El contrato de un coche oficial de siete plazas para el Ayuntamiento de Huelva provoca las críticas del Grupo Socialista
Pilar Miranda sustituye su vehículo por uno de mayor capacidad para optimizar los desplazamientos y la oposición habla de "lujo"
La nueva unificación de los gastos de catering en eventos oficiales para evitar contratos menores es considerada un "despilfarro"
El nuevo contrato del coche oficial del Ayuntamiento de Huelva ha provocado las críticas del Grupo Socialista, que ha abierto este martes el curso político apuntando a la adquisición del que considera es un "todoterreno de lujo". Se trata de un modelo de siete plazas de la marca Toyota, un Highlander Luxury, que sustituye el coche asignado hasta este momento a la alcaldesa, de tipo berlina de cinco plazas, por la finalización del contrato de renting firmado en su día por el anterior equipo de gobierno, que encabezaba el ex alcalde, Gabriel Cruz.
La elección de este nuevo vehículo con mayor capacidad para ocupantes, según han confirmado fuentes municipales a este periódico, se debe a una optimización de recursos para traslado de personal del Ayuntamiento y material, que evite desplazamientos de varios vehículos. La contratación del nuevo renting, aseguran, es fruto de la habitual gestión del parque móvil municipal y no es, en ningún caso, un segundo coche a disposición de la Alcaldía, como también se ha señalado desde el Grupo Socialista.
La viceportavoz del PSOE en el Ayuntamiento, María Teresa Flores, ha comparecido este martes en rueda de prensa para denunciar el presunto "despilfarro, lujo y autobombo" desde el equipo de gobierno popular por haber "aprovechado el mes de agosto para aprobar, con oscurantismo y de espaldas a la ciudadanía" dos contratos "escandalosos".
Flores ha hecho referencia también a un contrato de 152.928 euros aprobado para los próximos dos años, hasta 2027, para catering de eventos municipales. Si bien las mismas fuentes municipales aseguran que esta nueva licitación pretende unificar este tipo de gasto para evitar la realización de diferentes contratos menores por cada acto o evento públicos y así regular la previsión de gasto en estas partidas, de un modo más eficiente, que supondrá un ahorro para las arcas municipales.
La oposición socialista ha aprovechado el inicio del curso para tachar al Ayuntamiento de ser "un salón de celebraciones pagado con el bolsillo de los onubenses", hablando de "derroche y propaganda", por partidas de gestión habitual en las corporaciones municipales, y que desde el Gobierno actual se defienden por suponer una optimización de la gestión diaria.
Con el arranque del nuevo curso político local, y a falta de dos años para las elecciones, el tono de la oposición se ha elevado en unos meses, además, preelectorales, por la cita prevista en Andalucía para la elección del nuevo Gobierno de la Junta. Es el inicio de un otoño que se presume caliente en la arena política.
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