Condenado a cinco años de cárcel un guardia civil de Huelva por revelar secretos usando bases de datos y el móvil de un detenido

La Audiencia Provincial considera al agente culpable de descubrimiento, revelación y violación de secretos tras acceder sin permiso a datos confidenciales y utilizar el teléfono de un arrestado para hacer llamadas y revisar su correo electrónico

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Un agente de la Guardia Civil, de espalda en una imagen de archivo.
Un agente de la Guardia Civil, de espalda en una imagen de archivo. / M. G.

Un agente de la Guardia Civil ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Huelva a cinco años de prisión por descubrir, revelar y violar secretos de terceras personas a través de su acceso, prevaliéndose de su condición, a bases de datos no públicas e incluso, en una ocasión, al móvil de un detenido.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, lo considera responsable de un delito de descubrimiento y revelación de secretos con una pena de tres años de prisión y el pago de una multa de 3.600 euros; y de un delito de violación de secretos por el que suma dos años de prisión y otra multa de 2.160 euros.

Se considera probado que el acusado, funcionario de la Guardia Civil que prestaba sus servicios en el puesto de Punta Umbría, participó en la detención de un hombre como presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena, por haberse aproximado, teniéndolo prohibido, a una mujer.

Tras la detención, se procedió a la retirada de los efectos personales que portaba ese hombre, aprovechando esta circunstancia el acusado para coger el teléfono del detenido y guardárselo, separado del resto de efectos que acompañaron al detenido en todo momento.

Posteriormente, vistiendo de uniforme, se personó en el domicilio de la mujer pidiéndole a esta que desbloqueara el teléfono y que le proporcionara el número de identificación personal (pin) de éste, lo que ella hizo.

El acusado accedió de manera inconsentida e injustificada al teléfono móvil de esa persona mientras esta estuvo detenida, realizando llamadas con el mismo a través de la aplicación de WhatsApp, a cuyo registro de llamadas salientes y entrantes accedió, e ingresando en el correo electrónico.

Después de todo ello, el agente entregó el mencionado teléfono en el puesto de la Guardia Civil.

Por otro lado, prevaliéndose también de su condición de miembro de la Guardia Civil, accedió sin causa que lo justificara a información confidencial de bases de datos no públicas, obteniendo datos de carácter privado y reservado de personas, vehículos y procedimientos policiales y judiciales, que proporcionó a un tercero.

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