Completada la primera fase de la demolición del Mercado de La Merced de Huelva con la retirada de la cubierta

Completada la primera fase de la demolición del antiguo Mercado de la Merced con la retirada de la cubierta. La segunda fase, según indicó el Ayuntamiento de Huelva, comenzará el próximo 5 de agosto con la intervención en la estructura de la edificación y la retirada de los elementos de la fachada que se van a conservar para su posterior reincorporación. Desde el Consistorio se subraya que con esta intervención, "un espacio degradado será recuperado para los vecinos". La Administración local se comprometió a ello.

La demolición del edificio de la vieja plaza de abastos es el punto de partida para cambiar la imagen de la zona, solventando al mismo tiempo, eso es lo que se pretende, la problemática existente de inseguridad e insalubridad. El solar del antiguo Mercado de La Merced albergará un edificio de aparcamientos de seis plantas, con capacidad para mil vehículos. Mientras se realiza el Plan de Reforma Interior (Peri) para el desarrollo urbanístico del espacio, se habilitará un parking provisional en superficie, de carácter libre y gratuito, que se estima que cuente con entre 150 y 200 plazas de estacionamiento.

La superficie que ocupa actualmente el mercado, de uso dotacional, se destinará al edificio de aparcamientos con seis plantas, incluidas las del subsuelo, cuya fachada será una reproducción de la de la plaza de abastos. El Pleno aprobó de manera definitiva la modificación del Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés del PGOU para incluir la ficha del Mercado de la Merced, “para garantizar su conservación, preservación y su protección”, según apuntó el teniente de alcalde y responsable del área de Urbanismo, Felipe Arias, se pretende con ello “que se replique con exactitud la fachada, que todos los elementos desmontables se puedan retirar y volver a colocarlos”.

En cuanto a las viviendas unifamiliares del entorno del mercado, las contempladas en el Plan de Reforma Interior (Peri), “las que estén en riesgo de ruina van a tener orden de ejecución y las que no lo estén tendrán que esperar al desarrollo urbanístico y a que la junta de compensación ponga en marcha los proyectos de reparcelación y de urbanización y se empiecen las obras, para lo que habrá que derribar las construcciones que no corresponden”. La desocupación de las casas deberá seguir un procedimiento judicial.