Cierra definitivamente 'Gilda', el café-bar instalado en la antigua casa-palacio de los Litri

La antigua casa-palacio de la Dinastía de los Litri ya no será más ‘Gilda’. El proyecto impulsado hace unos años por el empresario Jesús Pascual del Pobil concluye tras haber decidido este mes cerrar definitivamente el café-bar, convertido en ocasiones en un club social, perdiendo así la capital onubense uno de los sitios de referencia de los últimos años.

“Ha sido uno de los proyectos que afronté con más ilusión en mi vida. Durante casi cinco años he dado lo mejor de mí para dotar a esta ciudad de un sitio de referencia, con clase, diferente, pero es un proyecto que, como todo, tiene su final, y hemos decidido cerrar la etapa de 'Gilda' y, en mi caso, ponerme a preparar nuevos proyectos”, señala Jesús Pascual del Pobil a Huelva Información.

Inaugurado hace apenas unos años, Huelva salía de la pandemia con un nuevo impulso y con la recuperación de la casa-palacio modernista de principios del siglo XX como un nuevo punto de encuentro para los onubenses, remodelado para convertirlo en un bar de moda y mucho más. La reapertura supuso todo un acontecimiento para la ciudad.

‘Gilda’, ha sido durante estos años protagonista de la vida social de Huelva. Eventos gastronómicos, grabación de vídeos musicales, sesiones de fotos con modelos, programas de televisión, presentación de guías de Semana Santa, sede de la asociación William Martin, tertulias literarias y cofrades, sala de exposiciones, lugar de conciertos, club de lectura…

“Siempre tendré un buen recuerdo de Gilda y la satisfacción de haber sido elegido por instituciones, empresas, asociaciones y cualquier onubense que lo solicitase para celebrar eventos, presentaciones, comidas… hemos estado abiertos siempre para todos sin importar ideología o condición social, simplemente para que Huelva pudiese disfrutar de un espacio histórico que no se estaba utilizando”, recuerda Pascual del Pobil.

El futuro de la casa-palacio

“A partir de ahora serán los propietarios los que decidan a partir del próximo año el uso que se le dé”, explica Pascual del Pobil quien quiso resaltar un “especial agradecimiento al propietario, a Miguel Báez ‘Litri’ por haber permitido hacer realidad un sueño que tenía hace muchos años”.

En honor a los antiguos habitantes de esta residencia, señaló que “he intentado que algunas estancias no perdieran la esencia taurina que un día tuvo esta casa”, así como mantener numerosos recuerdos de aquella época con fotografías antiguas o el emblemático azulejo de la Virgen de la Cinta.

Habrá que esperar ahora un tiempo para conocer el futuro de la casa-palacio de la calle Rico y lo que decidan hacer sus propietarios con ella, pero esa, será ya otra historia para Huelva, la de ‘Gilda’ acaba definitivamente.