Los siete centros de salud de la capital ya han comenzado su ritmo de verano lo que, a nivel de usuario, presenta pocas diferencias respecto al resto del año, ya que los centros asistenciales permanecen abiertos tanto en horario de mañana como de tarde para cubrir los casos urgentes hasta las 20:00. A partir de esa hora es cuando entra en servicio el Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) del antiguo Manuel Lois.

Ya desde hace unos años las vacaciones de los facultativos son cubiertas por sus compañeros, de modo que se acumulan los cupos. Pese a ello, y en contraste con años anteriores, algunos centros de salud han solicitado refuerzos para estos meses. Se trata del Molino de la Vega -un médico para un mes- , Isla Chica y La Orden. Todos ellos están a la espera de que se les concedan los profesionales requeridos. El resto ya está inmerso en la dinámica implantada.

La apertura de los centros de salud ha mantenido durante estos últimos años una polémica incluso entre los propios profesionales. Para unos, es un dispendio mantener abiertas unas instalaciones que son infrautilizadas en horario vespertino y ponen como ejemplo la mayor parte de las capitales andaluzas, que bien optan por prescindir de ese horario de tarde o lo conservan en algunos centros de salud y no en la totalidad, como es el caso onubense.

Por otro lado se argumenta que la capital necesita que los centros de salud se mantengan abiertos hasta las 20:00 dado que está provista de DCCU de manera más deficiente que otras ciudades andaluzas.

El problema de la escasez de médicos siempre queda solventado sin tantos problemas en lo que se refiere a la atención hospitalaria. Un ejemplo de ello se ve en los cuadrantes de vacaciones del Infanta Elena, en los que los contratos de sustitución se quedan en solo el 16,87%, lo que supone la categoría profesional con menor nivel de cobertura y repite el mismo porcentaje que en el año pasado. Lo habitual es que en buena medida se proceda al cierre de consultas y de buena parte de las intervenciones quirúrgicas programadas, por lo que hay una necesidad menor de contratación de facultativos durante los meses estivales. No pasa lo mismo con enfermería, que este año ha experimentado un incremento que se suma al que ya se dio el verano pasado.

Los cálculos en la Atención Primaria apuntan a que es necesaria una cobertura del 33% en la plantilla de los médicos, lo que de acuerdo a lo que señala el Sindicato Médico, está lejos de alcanzarse.