Las centenarias relaciones de Huelva y China (y II)
Chang Liang fue un célebre personaje que se estableció en Huelva poco después de finalizar la Guerra Civil española l Con la apertura de 'La Gran Muralla' comenzó una pacífica invasión china
EN los años veinte y treinta, el teatro Benavente, el centro Reformista y otros centros recreativos de la ciudad celebraron espléndidos bailes chinos, en los que la decoración y el atuendo de los participantes eran a la usanza chinesca.
En los últimos años de monarquía el semihuelvano circo Borza causaba admiración presentando su Gigante Chino, hombre de gran fuerza y que superaba los dos metros y veinte centímetros de altura.
El miércoles 2 de febrero de 1944, debutaba una compañía internacional en el Gran Teatro. Venía precedida de gran nombradía y estaba formada por artistas españoles y chinos: La compañía internacional Madrid-Pekín.
Esta compañía tenía un elenco extraordinario, así anunciado en el diario Odiel:
Mr. Pifar, el más joven bailarín internacional. F. Soto, canzonetista de gran creación. Orquesta 'Sanghai', los reyes del ritmo y la melodía. María de los Reyes, la reina de la canción regional. Mari-Fez, bellísima bailarina y Arnaiz. Trichat, el original caricato moderno. Pilar Ruiz, genial cancionista. La famosa trouppe de talla mundial, See-Hee, auténticos de Pekín, con sus originales e impecables trabajos y juegos chinos, acrobáticos y malabaristas.
El crítico de Odiel, que firmaba sus trabajos bajo el seudónimo de W, emitía su parecer de este espectáculo:
Madrid-Pekín. La Compañía de variedades de teatro que debutó ayer en el Gran Teatro, bajo el título de Madrid-Pekín, ofrece como número de verdadero interés, el de una trouppe de chinos, la familia See-Hee, que presenta unos números originales y difícilmente ejecutados con limpieza y precisión. Los trabajos, en ocasiones impresionantes, de estos chinitos, gustaron mucho al público que aplaudió con entusiasmo su labor.
El resto del elenco, que ocupa la mayor parte del programa, es bastante inferior en calidad artística e interés. Sobresalen, sin embargo, el joven bailarín Mr. Pifar, la pareja de baile español Mari-Fez y Arnaiz y la Orquesta 'Sanghai'. Estos artistas merecieron prolongados aplausos en las diferentes ocasiones de su intervención en escena.
En los años cuarenta, era muy popular en nuestra ciudad El Chino Torero y su cuadrilla. Algunas de las veces que vinieron por estos lares, lo hicieron formando parte del elenco de la Compañía de Pepe Blanco, divo de la canción española de la época.
Chang Liang fue un célebre personaje, de nacionalidad china, que se estableció en Huelva poco después de finalizar la guerra civil española. La vox populi comentaba que vino en un barco que ostentaba la bandera de su oriental país y que una borrachera le impidió tomarlo, zarpó éste y en Huelva se quedó.
Chang Liang vivía en una chabola que tenía no muy lejos del sitio llamado La Bajamar y sacaba lo suficiente para ir tirando gracias a un barquito viejo con el que pescaba, le transportaba pescado a los demás, ayudaba a los aficionados a la pesca, etc. Murió a principios de los años cincuenta.
En una época, en la que regía los destinos del país el general Franco, en la que la censura se enseñoreaba de todos los gestos de la vida, en la que estaban prohibidos los espectáculos sexy, la aparición del Teatro Circo Chino representó para los varones españoles una auténtica válvula de escape. Éstos sabían que asistiendo a este teatro disfrutarían con unas variedades que derrocharían belleza, juventud y alegría, sin límite.
El Teatro Circo Chino contaba con la orientación organizadora de Chen-Pse-Ping y con la dirección y promoción de su esposa, Manolita Chen, que influyó tanto en él que también fue conocido por el popular nombre de Teatro de Manolita Chen.
Este teatro vino a Huelva muchas veces, asentando sus reales en la Plaza de España, en el Recinto Ferial… Era como la beneficencia de los artistas: no despedía nunca a nadie y contrataba a todo el mundo. Sólo exigía ser artista, con la responsabilidad que la palabra encerraba. Su éxito se sustentaba en el montaje del escenario, su extraordinario vestuario (gracias a la labor de Pepe Ortega, un buen modisto y en su tiempo un estupendo artista de la canción española), sus cincuenta artistas internacionales, sus veinte bellas señoritas y… su incesante alegría.
Según datos que obran en nuestro archivo, el Teatro Circo Chino hizo su presentación en nuestra ciudad, el domingo, 16 de diciembre de 1951. Quedó instalado en el Paseo de las Palmeras.
En los años cincuenta se dio el caso curioso de que un futbolista onubense, José Cubero Marín, que había emigrado a Australia y fue internacional con la Selección de su país de adopción, jugó contra la Selección de China dos ocasiones. Así, en 1955, anotó los dos goles que sirvieron para que Australia ganase por 2-1.
En el nomenclátor de la geografía onubense también queda recogida la palabra China. Así, un cabezo que ocupaba el espacio donde en la actualidad se asienta el Instituto Diego de Guzmán y Quesada y el Palacio Episcopal, la chiquillería le dio el nombre de Amarillo de los Chinos, por el color de su tierra.
Fue demolido en los días finales de septiembre e iniciales de octubre de 1963, con una doble finalidad: construir en el emplazamiento del Cabezo el Instituto de Segunda Enseñanza Diego de Guzmán y Quesada y nuevas y hermosas edificaciones y, de paso, utilizar las tierras extraídas para relleno de las marismas, en la avenida de Francisco Montenegro, en las que irían emplazadas varias fábricas del Polo Industrial de Huelva, próximo a instalarse en aquellas fechas.
En esta historia paralela entre China y nuestra ciudad, como no recordar la meritoria labor artesanal del artesano Francisco Macías, capaz de rivalizar, en la confección de la guarnicionería, con las poderosas máquinas de la República China.
El día 28 de febrero de 1958, a las ocho de la tarde, se inauguraba, en la sala del Palacio Municipal, la exposición de pintura china de rabiosa actualidad en aquellas fechas. La Exposición fue patrocinada por la Embajada china en Madrid y la Dirección General de Información y Turismo y presentada por la Cátedra Martín Alonso Pinzón.
De la gran calidad alcanzada por los pintores chinos, descollaron los dos deliciosos cuadros enviados por Wu Skin Lu, titulados Ciervo y Juegos, y los lienzos de Yan: Mujer y Cuento.
En los primeros días de diciembre de 1978, se celebró en nuestra ciudad la IV Feria Nacional del Libro. Una de las noticias más destacables fue la presentación al pueblo huelvano de los libros exportados de la República Popular de China por la editorial Emiliano Escolar.
Esta editorial mantenía relaciones desde 1972 con el país asiático y, en aquella fecha, ofreció más de 150 títulos que abarcaban múltiples facetas: cuentos infantiles, arte, novela, política, etc. Aquella caseta tuvo una gran aceptación por parte del público…
El día 12 de noviembre de 1980, María Rosa Ciriquiam, directora del Instituto Musical Onubense, daba una magnífica conferencia sobre la música en La India y China:
"Por último, se refirió a la música primitiva en China, cuyo origen es netamente agrario, ya que para el pueblo la tierra era lo más importante. Poseía una teoría compleja y detallada, en la que como base era considerado un principio sagrado y eterno. El ritmo, de sistema sincopado, era deliciosamente sofisticado y de la variedad de instrumentos existentes nos dará idea de que estuvieran clasificados en ocho categorías…".
En 1984 abría sus puertas en nuestra ciudad, en la avenida José Fariñas, el restaurante chino Gran Muralla, lo que le convertía en el primero de esta nacionalidad que comenzaba con esta actividad en Andalucía. A éste le siguieron varios que han tenido como pilares del éxito la excelente calidad de sus platos, la limpieza y el buen servicio, como el restaurante Wok Asian, que abarca los mejores platos de la gastronomía china, japonesa, tailandesa y vietnamita.
Entre los numerosos platos que se pueden solicitar en los diversos restaurantes chinos onubenses, recordamos como óptimos y que gozan de beneplácito los siguientes: Roscas de langostinos; Chopsuey de buey; Rollitos de primavera; Arroz blanco a la china; Arroz con piña; Plátanos escarchados.
Con la apertura de La Gran Muralla comenzaba una pacífica invasión china que se ha extendido a los comercios donde antiguamente todo se vendía a 100 pesetas y ahora a un precio similar, camiserías, etc. Esta colonia china destaca por su laboriosidad, honradez y pasar sus miembros desapercibidos en la vida social de la ciudad, que es la mejor alabanza que se le puede dedicar.
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