Un centenar de focos tóxicos y cuatro áreas de actuación en el origen de la cuenca

Proponen empezar a tratar la contaminación en las zonas aledañas al nacimiento del río

Un centenar de focos tóxicos y cuatro áreas de actuación en el origen de la cuenca
Un centenar de focos tóxicos y cuatro áreas de actuación en el origen de la cuenca
R. Rendón / Huelva

04 de julio 2010 - 01:00

La cuenca del río Odiel cuenta con entre 80 y 100 enclaves mineros desde los que surgen efluentes que aportan al cauce principal residuos que van contaminándolo por AMD desde su primer encuentro con la mina Concepción hasta su desembocadura, a la que llega transportando una media diaria de 15.000 kilos de aluminio, entre otros metales.

Los científicos de la Universidad de Huelva y el CSIC, capitaneados por José Miguel Nieto y Carlos Ayora, han propuesto a la Junta de Andalucía colocar tratamientos pasivos de aguas en la cabecera del río para "ver cómo afectan estas medidas más abajo y ver qué va haciendo falta para recuperar el río".

Por ello, han diseñado un mapa en el que se establecen cuatro áreas de actuación principales para instalar esta tecnología.

La primera de ellas, la zona 1, estaría en un enclave fluvial cercano a las minas Concepción, Esperanza y Poderosa; la zona 2, en la ribera del Villar, que recibe los aportes de las explotaciones Tinto-Santa Rosa; la tercera, en Cueva de la Mora, el laboratorio ambiental de los investigadores; y la última, en la cuenca del río Oraque, donde están las minas más contaminantes, como las de Tharsis, San Telmo, Lomero Poyatos, Confesionarios o Perrunal, entre otras.

La colocación de varias balsas de tratamiento y decantación en puntos estratégicos de la cuenca del Odiel, similares a la ya existente en mina Esperanza, generará residuos, los metales resultantes de la precipitación del proceso químico. Nieto observa que esto, lejos de ser un problema medioambiental, puede transformar los tanques (en caso de ser, al menos, una veintena) en auténticas "minas".

Y es que, tras 20 meses de investigación en una sola balsa, los científicos han obtenido tres toneladas de aluminio, 7,1 toneladas de hierro, 300 kilos de cobre y 100 kilos de zinc que les han sido retirados al agua. Lixiviando estos sedimentos metálicos podrían recuperarse los metales para su posterior venta en el mercado. El cobre "está actualmente a unos 6.000 ó 7.000 dólares la tonelada". Por ello, José Miguel Nieto augura que ésta sería una buena forma de "pagar el mantenimiento infrecuente de estos sistemas".

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