Una celebración por todo lo alto

La Feria del Libro de 2014 en Huelva tiene algo especial. Para empezar, por la propia edición en sí, la cuadragésima, en números redondos, que gana más valor por su condición de decana en Andalucía. También por sumarse a la conmemoración del centenario de la aportación onubense a la literatura universal: Platero y yo. Por enlazarlo con su apuesta de los últimos años, la literatura infantil, que se ve reforzada este año. Por su vocación de apoyo a las nuevas firmas locales. Y también, por qué no, por lograr el consenso de todas las administraciones para potenciar la importancia de un acontecimiento modesto pero de grandes objetivos para la cultura de Huelva.

La Plaza de las Monjas se abrió ayer a la literatura y la lectura para los próximos diez días. Trece casetas de librerías e instituciones para vender y mostrar las últimas novedades editoriales. Y, sobre todo, un programa de actividades diverso para captar nuevos lectores y sembrar una semilla de futuro en los más jóvenes.

La Asociación Provincial de Libreros de Huelva ha logrado la unión entre las administraciones para impulsar su particular fiesta anual. Junta de Andalucía, Diputación y Ayuntamiento de Huelva se han sumado de forma decidida para configurar un programa que contará con más de 50 actividades de dinamización, con actos de presentación de libros y firmas de más de 40 autores, que realmente tratan de apoyar a un sector que está sufriendo la crisis de forma sensible en los últimos años.

Juan Antonio García, presidente de la asociación de libreros, avanzó ayer que en el primer trimestre de 2014 "se ha registrado un incremento de las ventas de entre el 3 y el 5% respecto al año pasado". "Pero estas cifras no son significativas -argumentó- porque ya el año pasado se sufrió una caída del 15%, que se sumó a los descensos de los años anteriores. Hay un aumento de las ventas pero no es suficiente para que en el sector se den más contrataciones ni se abran nuevas librerías. Además por primera vez se están editando menos libros en España, simplemente porque no hay mercado", apuntó.

Pero la Feria del Libro no será estos días un revulsivo para el sector. Como señala García, "si se venden más libros, mejor para todos, pero esto no se hace para tener mejores números".

No va a salvar la temporada a los empresarios. Pero sí va a servir para que lo haga en un futuro. De ahí la apuesta por los niños y los jóvenes, "los futuros lectores y compradores de libros", a los que se les abre estos días las puertas "de la cultura, del conocimiento, de la opinión", como apuntaron ayer las autoridades políticas en el acto de inauguración.

Pero también el apoyo a los nuevos escritores, muchos de ellos a través de la autoedición, "una herramienta muy bonita que tiene las dificultades de competir con las grandes editoriales pero que se beneficia del boca a boca y del contacto directo con los lectores".