QUIEREN convertir la Casa de don Diego en un museo, bueno sería una nueva casa que es más preciso. La verdad que después de pasarse toda la vida contándonos la historia de las calles de Huelva, defendiendo edificios y casas, es triste que ahora a la suya le queden los días contados. El Ayuntamiento de Huelva ha llegado a un acuerdo con el actual propietario para que se destine la planta baja y la mitad de la primera a la casa museo de Diego Díaz Hierro, al menos ese es el convenio que promueve Urbanismo. Incluso se modifica el Plan General de Ordenación Urbana convirtiéndolo en edificio dotacional-residencial, porque la operación se redondea permitiendo las cinco plantas y ático, que van encima, para un total de siete viviendas de renta libre (Ver en Huelva Información, 13-1-2013, la noticia de Inma Gallego).

Según este acuerdo la casa del historiador será demolida ya que el Ayuntamiento no tuvo en ningún momento intención de su catalogación. Hoy es una casa sencilla, puede que sin especial significación urbanística para algunos, si no fuera porque es la única de estas características que se conserva en el casco antiguo. El Ayuntamiento quiere incluir el nuevo museo como dotación alegando que no hay nada en esta zona. Se olvida de la Casa Colón, la Biblioteca Pública... Está bien nuevas dotaciones pero sin olvidar lo que ya existe, esperemos que no acabe convertido en cualquier otra cosa para lo que se proyecta. Bueno, hasta el lunes 28 hay opción a alegaciones, pero nos tememos que no habrá ninguna. Lo más lamentable, que lo que se haga nada tendrá que ver con lo que hay, porque ni si quiera se respetará la fachada actual. No se sabe si arbitrarán una solución integrada con la nueva planta en un diseño que al menos recuerde algo a lo que allí hubo, aunque hay algunas actuaciones como la de la esquina de San Pedro y San Andrés que es para salir corriendo a pesar de que estaba pactada entre Cultura y Ayuntamiento, para posibilitar ver unos restos arqueológicos de los que nada se sabe. Al final será un edificio sin personalidad cuando aquí se debería optar por algo singular.

En la casa de don Diego se pasan de los 180,8 metros cuadrados actuales a los 892,7 que se proyecta en el nuevo edifico, de ellos 194,20 serán para la casa museo.

Esto sí que ha sorprendido a todos, la casa museo. Esa era la idea desde que el 14 de julio de 1989 el Ayuntamiento de Huelva recepciona de manera oficial el legado del historiador onubense, fallecido el 7 de julio de 1979, y donado a su ciudad. Aquella era una casa que se mantenía intacta tal como la dejó el querido profesor del instituto Diego de Guzmán y Quesada. Sobre la mesa, las carpetas de trabajo y el refresco que se estaba tomando.

Era una casa con sabor a museo, con paredes y vitrinas que hablan de Huelva y de los gustos y devociones de su propietario, porque todo tiene alma y la de don Diego no solo se resumía en sus páginas de libros y periódicos, sino que nos permitió que pasáramos a su vida cuando lo dejó todo a su ciudad. Aquello quedó tal cual hasta que se produjo el traslado de su legado a la Casa Colón, compartiendo espacio con el Archivo Municipal de Huelva, que da cobertura al Fondo Diego Díaz Hierro. Desde 1993 el Pabellón de Levante tiene abierta la sala Diego Díaz Hierro, que es la destinada a los investigadores. Aquí se muestra algunos de sus fondos pictóricos, en vitrinas la biblioteca personal y otra con sus libros.

La clave de esta simbiosis con el Archivo Municipal de Huelva, que no sólo es el encargado de custodia y de la catalogación del fondo de don Diego, es la aportación tan especial, con sus trabajos personales de investigación y la hemeroteca. Sin duda la historia de Huelva estuvo en las manos de Diego Díaz Hierro y en la actualidad sigue teniendo una vigorosa actualidad su archivo para cualquier aspecto que se quiera conocer. Sin olvidar la riqueza de su hemeroteca, clave en el paseo por nuestra historia.

Ahora que funciona la sala y los fondos están a disposición de los investigadores y de la ciudad, el anuncio de la casa museo abre muchos interrogantes. El primero, la conveniencia de desmembrarlo del propio Archivo Municipal y con ello la necesidad de dotación de personal; quizás se gane el sacar de las cajas la mayoría de sus fondos pictóricos y la colección particular de objetos de interés.

Pero cuál será en verdad su uso futuro. La casa museo planteada por el Ayuntamiento no deja de ser un misterio. No se sabe muy bien qué contenido concreto tendrá o si acabará como la Casa Colón donde hay más de un ocupa que nada tiene que ver con la cultura.