Carrie Bradshaw y la publicidad
Club MKS Huelva
Hay una increíble responsabilidad moral en la Publicidad, intuitivamente nos hemos visto forzados a darle una parcela al sentido común, se llama Marketing Social
Cómo la belleza y la apariencia influyen en nuestras percepciones

Huelva/En el año 98 la joven actriz Sarah Jessica Parker estrenó una serie de televisión que desarrollaba sus aventuras en la isla de Manhattan. En aquel escenario, cuatro jóvenes amigas con pasión y humor hallaban algo de sentido a las relaciones de pareja, en aquel difícil paisaje en el que siete millones de habitantes cruzaban miradas día tras día. Casi tres décadas después, vuelven a la carga, ahora como mujeres de éxito ya entradas en la menopausia, conocedoras de la vida y algo ajenas a la realidad de las nuevas generaciones.
¿Qué sucedió por el camino?
Han pasado 27 años de mi vida, de la tuya pero sobre todo de la protagonista Carrie, la que para cierta sorpresa mía, ha adoptado comportamientos acomodados más ajustados a la burguesía neoyorquina que a joven de los noventa.
¿Dónde está aquella mujer que se hacía preguntas planteando variables, la que se cuestionaba todo con curiosidad y encanto?
¿Queda algo de la compradora de Manolo's, que analizaba desconcertada y en profundidad todas la variables habidas y por haber entre el hombre y la mujer?
Dónde fue a parar la gracia de su sencillez como navegante incansable entre ambientes variopintos de la lejana e increíble Nueva York, a veces acompañada de personajes ambiciosos, artísticos, unas veces rodeada de republicanos otras de demócratas, en ocasiones de gentes comunes y corrientes.
¿A dónde lechis ha ido a parar ese espíritu intrépido de incesantes preguntas abiertas?
Aquella chiquilla no sentenciaba, solo daba opciones. Era una joven con voz dulce y la sabiduría de quien reconoce la educación que había heredado y sus bloqueos, and yet (y aún así) nunca perdió la esperanza de alcanzar sus sueños de princesa por más de un día. Un sinsentido como otro cualquiera, visto ahora con perspectiva.
Carrie desvelaba misterios del corazón, hubo posibilidades en su pensamiento, ganas de crecer como mujer, como adulta, de avanzar por el desconcertante mundo de las parejas, más allá de la cinematografía norteamericana de los 90 y sus comedias de amor fáciles, superficiales, huecas y machistas con las que hemos crecido las mujeres de su generación y de la mía, más allá de aquella búsqueda personal, no daba nada por sentado.
De aquella lejana historia de vestidos maravillosos y locas noches de amor y desamor, en esta nueva ronda solo queda la pasión por la moda y por el maravilloso escenario-laboratorio de experimentación de cupido que es Manhattan.
Y entonces llega a mi pensamiento la conexión inevitable con el Marketing. No sé si hay en esta vida alguien más creativo que un equipo de campañas de publicidad. Mujeres y hombres con sus pensamientos globales, fantásticos y esperanzadores que enlazan ideas y productos, enlazan nuestra sociedad a sus necesidades, también al cliente con su nicho.
¿Hemos perdido, al igual que nuestra protagonista, esa misma capacidad de crear dudas que tanta sabiduría lleva intrínseca?
Te doy las respuesta y ya no tienes que pensar. Te dibujo un camino y ya no hace falta que busques, y entre medias una marca que poner de moda, un estilo de vida, un nuevo formato al que te asociarás sin mayor esfuerzo.
¿Podrá volver a ser la duda nuestra gran aliada? Crear, buscar, observar, avanzar
Hay una increíble responsabilidad moral en la Publicidad, intuitivamente nos hemos visto forzados a darle una parcela al sentido común, se llama Marketing Social.
¿Seguirá creciendo la sabiduría creativa con principios y valores en algún lugar de nuestra vida?
¿Serán capaces las nuevas generaciones de desmontar la coletilla de Social de la palabra Marketing, por innecesaria?
Los años te invitan a ser más intrépido, curioso, más ruidoso si lo permites, claro.
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