Gente Inteligente

Siete características de la gente inteligente

  • Las personas con una sólida inteligencia emocional destacan por mantener el equilibrio en situaciones complejas y por comunicarse mejor, entre otras cualidades

Siete características de la gente inteligente

La inteligencia emocional no es innata, pero absolutamente todas las personas tenemos “de serie” las capacidades para desarrollarla y sacarle todo su potencial. El inconveniente es que para cultivarla hay que tomar una decisión muy racional, la decisión consciente de atendernos y cuidar esa parte nuestra que casi nunca creemos tener tiempo para mirar: nuestra genuina esencia emocional.

La recompensa es grande. Las personas con un alto grado de inteligencia emocional se diferencian bastante del resto porque suelen afrontar bien las situaciones complejas, manteniendo su equilibrio personal y aprendiendo de todas las experiencias para avanzar. Y, además, se relacionan mejor consigo mismas y con quienes las rodean, porque su comunicación es más clara y asertiva. Por eso, entrenar las capacidades que desarrollan nuestra inteligencia emocional es una oportunidad para vivir una vida plena y feliz.

La primera de esas capacidades es el autoconocimiento, es decir, el grado de conocimiento honesto y real que tenemos de nosotros y nosotras mismas. ¿Es usted una persona emocionalmente inteligente? Hoy compartimos siete características que le ayudarán a darse una respuesta a esa pregunta y, ojalá, también a tomar la decisión de empezar el entrenamiento.

Saben lo que sienten y hacen algo con eso

Las personas con inteligencia emocional reconocen bien sus emociones, sin confundirlas, e identifican y valoran el mensaje que las experiencias emocionales les trae, el porqué de lo que sienten, sea agradable o desagradable. Por eso, son mucho más efectivas decidiendo qué hacer, es decir, poniendo esas emociones al servicio de lo que quieren conseguir. No se quedan enganchadas en un estado emocional, sino que aprenden, actúan y crecen.

Reconocen lo bueno y lo malo, y saben comunicar las dos cosas

Las personas con una sólida inteligencia emocional saben identificar en sí mismas y en las demás personas las fortalezas y las debilidades. Además, saben comunicar o reconocer de forma asertiva las dos cosas, de forma que motiven o se automotiven para convertir las fortalezas en palancas de mejora de las debilidades. Una persona emocionalmente inteligente expresa con seguridad tanto lo que piensa como lo que siente en los múltiples canales en los que nos comunicamos, verbales y no verbales.

La inteligencia emocional en niños. La inteligencia emocional en niños.

La inteligencia emocional en niños. / M.G. (Huelva)

Valoran lo que tienen y deciden su propio estado de ánimo

La inteligencia emocional nos hace hábiles para cambiar con flexibilidad la perspectiva con la que miramos la vida o una situación concreta. Así, la gente inteligente sabe centrarse más en lo positivo que en lo negativo, y más en lo que tiene que en lo que le falta. Es capaz de evitar el daño de las comparaciones. Es flexible cambiando de formas de hacer o de pensar cuando no funcionan, y decide su propio estado de ánimo en vez de ser vulnerable a los acontecimientos externos o a los comentarios de las demás personas.

Son empáticas y conversadoras productivas

Las personas con una buena inteligencia emocional saben reconocer también las emociones ajenas, sin inundarse con ellas o perder la perspectiva. Esto las hace muy capaces de ayudar a quienes se lo piden, y de escuchar en el nivel más alto posible, que es ese en el que apagamos los prejuicios y decidimos entender a la otra persona más allá de sus palabras. Las personas emocionalmente inteligentes mantienen conversaciones muy productivas.

Saben motivar a las demás personas y mantenerse motivadas

Quienes trabajan su inteligencia emocional lideran de forma natural, porque saben identificar las tareas y los retos que son importantes para las personas o para ellas mismas. Encienden así la motivación más efectiva y duradera, la intrínseca, que es la que se relaciona con los factores internos positivos que nos mueven a la acción como son el logro personal, el autorreconocimiento o la satisfacción propia.

Hay siete características que identifican a las personas inteligentes. Hay siete características que identifican a las personas inteligentes.

Hay siete características que identifican a las personas inteligentes. / M. G. (Huelva)

Se cuidan y se rodean de personas “vitamina”

Las personas que cultivan su inteligencia emocional siguen esta máxima: es necesario cuidarse para poder cuidar a quienes nos importan. Por esto, buscan de forma proactiva experiencias vitales constructivas y planifican actividades que les reporten crecimiento y bienestar. Además, evitan a las personas con conductas tóxicas y, por el contrario, se rodean y atraen a personas “vitamina”, esa gente positiva que las hace sentirse bien y en equilibrio consigo mismas.

Tienen la mente abierta y son difíciles de ofender

La seguridad en uno o una misma es una consecuencia de desarrollar nuestra inteligencia emocional. Y la seguridad es la moneda de cambio de la confianza. Así que las personas con una destacada inteligencia emocional confían en ellas mismas, algo que refuerza su autoestima y las convierte en gente difícil de ofender. Por la misma razón, son flexibles para cambiar de opinión o afrontar sin miedo excesivo los necesarios cambios que nos plantea la vida.

Si nos paramos a pensarlo, lo que más ambicionamos las personas en esencia es ser felices. Eso y tener éxito en lo que emprendemos. Pues las dos cosas son caminos que resultan mucho más fáciles de andar cuando nos trabajamos nuestra inteligencia emocional. Una buena forma de empezar sería esta: mire las características que hemos compartido y, honestamente, puntúese del 1 al 10 en cada una. Después ordénelas según la puntuación. Ya tiene una propuesta de cómo y por dónde empezar.

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