La cara desconocida de las Colombinas

El niño que se ha perdido, la cartera robada, el chico que ha bebido dos copas de más, la señora que se ha tropezado y se ha caído contra el albero... cualquier incidente relacionado con la salud y la seguridad en las Colombinas es respondido por el Centro de Coordinación Operativa Municipal, más conocido bajo el acrónimo de Cecopal.

Las colombinas es, tradicionalmente, un tiempo de reunión y disfrute con familia y amigos. Pero también es un lugar con una gran concentración de público. Por ello, tanto el personal sanitario como el de seguridad, resultan imprescindibles para mantener el orden y el disfrute. Esta labor la realizan, entre otros, Policía local y Protección Civil que velan por la seguridad tanto dentro del recinto ferial como en sus alrededores.

Al pasar por la portada, en la parte derecha, aparece una caseta sin barra de bar, sin su música estridente, sin raciones ni montaditos... allí priman las camillas y una especie de habitáculos donde mandan los botiquines y las tiritas. Una vez dentro, hay una improvisada sala de espera con cuatro sillas de plásticos verdes que, de momento, no han sido ocupadas por demasiadas personas. Al final de la caseta, preparadas, dos ambulancias.

La Policía Local, esparcida tanto dentro como fuera del recinto ferial, parece que no está, pero siempre está. En los aledaños del recinto, actúa cortando la calle Villa de Madrid, la calle Sabina Negral, la calle Avenida del Decano y la calle Manuel de Falla situando estos como puntos que delimitan el perímetro. Y dentro, vigilan y atienden, aunque como cualquier trabajador durante estos días, echan de menos venir con su familia. Rubén Guerrero es agente de Policía Local y disfruta de estas Colombinas, "de otra forma". No obstante, gracias a los turnos rotativos pueden aprovechar los huecos libres entre servicio y servicio para llevar a sus hijos. "Es gratificante la labor para que Huelva y la ciudadanía puedan disfrutar de sus fiestas con total seguridad", asegura el policía.

El dispositivo de Protección Civil comienza mucho antes del alumbrado. El órgano, que se encarga de coordinar los servicios de Policía Nacional, Policía Local, Bomberos y voluntariado de Protección Civil, realiza un Plan de Autoprotección previo donde contempla cualquier emergencia en Colombinas. "Para nosotros es la parte más dura, porque es donde más trabajo hay", señala Ana Belén Cisneros, responsable del servicio de Protección Civil. El voluntariado de este servicio público se encarga del material sanitario y de la colocación de uno de los instrumentos más usados durante estas fiestas: las pulseras identificativas de menores. De esta forma, las familias que acuden a la caseta de Cecopal reciben una pulsera donde apuntan el nombre del pequeño y un número de contacto por si se pierde. En lo que llevamos de Colombinas se han colocado casi medio millar de pulseras, y solo se han perdido dos niños.

En materia sanitaria, la media es de 30 servicios al día con escasos traslados al hospital. La mayoría de estas incidencias se resuelven pronto gracias al servicio de Protección Civil, que ha contratado a una médica y a una enfermera para que atiendan, en servicio de primeros auxilios, cualquier pequeña incidencia al instante. Hasta el momento, se han registrado algo más de 80 consultas y tan solo nueve traslados al hospital Juan Ramón Jiménez.

El jefe de Policía Local, Miguel Ángel García, asegura que de momento "las Colombinas están siendo muy tranquilas". La situación del tráfico durante estas fiestas ha sido fluida salvo el día del alumbrado donde "confluyeron dos motivos: los padres trajeron a sus hijos a las atracciones en horas no habituales, y al ser primer día, atrae a mucha población". Sobre la retirada de las casetas para ampliar el aforo de la zona de los conciertos, el jefe de la Policía lo cataloga como un acierto debido a que "ante un espectáculo con un artista de primera fila, pueden venir más personas; y además, la retirada de las casetas hace que las personas estén más cómodas, ya que cuentan con más espacio y con salida a la calle Sabina Negral".

Uno de los aspectos que más llama la atención es la falta de controles de alcoholemia a la salida del recinto. García alude este hecho a la mayor concienciación de las personas y al alcoholtest, un dispositivo que se ha colocado en la zona de los aparcamientos, y que por un euro calcula la cantidad de alcohol por aire expirado que hay en el cuerpo de esa persona e indica si se puede o no se puede coger el coche. "Los controles se hacen, pero no de forma fija, porque en el momento en el que paras a dos personas, lo están comunicando". Además, que haya una gran presencia de Policía Local no significa que se descuide la ciudad, ya que mantienen las habituales cuatro patrullas por zona. "Eso es tiempo que le quitamos a nuestros hijos, ya que aumentamos el trabajo", concluye el jefe de la Policía Local.

Protección Civil cuenta con voluntarios que se entregan en cuerpo y alma por ayudar a los demás. Elías Heredia participa de forma altruista y su pasión son las emergencias: "Me gusta servir al ciudadano". Él, que es de profesión coordinador de servicio en una empresa de seguridad, en sus ratos libres se dedica a servir a la ciudadanía, que a veces no reconoce su labor lo suficiente, a su juicio: "Hay personas que no nos valoran porque no entiende el mundo de Protección Civil, es un trabajo que hacemos hacia Huelva, y estamos ahí dándole cobertura". Hoy en día, son más de una centena los que forman parte del voluntariado de Protección Civil en la provincia de Huelva.

Y así, entre una niña llorando por una caída, un hombre cojeando de forma ostensible por una mala pisada, y alguna que otra atención médica por intoxicación etílica, lo cierto es que no ha ocurrido nada grave, que es la mejor de las noticias. Protección Civil y Policía Local, cuando son necesarios, siempre están.