Las diez camas de la UCIN tendrán más supervisión que una planta de hospitalización

El cierre transitorio de la UCI ha sido una consecuencia de la apertura de la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN). Esas obras iniciaron la semana pasada su segunda fase de adecuación de espacios.

La UCIN tiene como objetivo dedicar una atención específica a pacientes de diferentes especialidades, que requieren una monitorización y una estrecha vigilancia superiores a las que se realizan en una planta de hospitalización.

Las obras han sido contratadas por un importe de 380.000 euros después de la tramitación administrativa previa necesaria en la que se trabaja desde el primer trimestre del año, primero con la redacción del proyecto de obras y, finalmente, con la resolución del expediente de licitación. De este modo, se está llevando a cabo la remodelación integral de varias dependencias de la tercera planta para la creación de la UCIN, que contará con una superficie construida de casi 200 metros cuadrados.

La Unidad de Cuidados Intermedios contará con 10 camas distribuidas en cinco boxes dobles en torno a un control central para facilitar un estrecho seguimiento de los pacientes ingresados con una vigilancia visual directa además de una monitorización continua de todas sus constantes.

Asimismo, está previsto que los boxes cuenten con todo el equipamiento electromédico necesario organizado en brazos articulados dotados con la tecnología más avanzada.

El inicio de esta actuación ha venido precedida de una primera fase de organización y remodelación de diversos espacios anexos, entre ellos, la sala de familiares de los pacientes ingresados en la UCI, que cuentan con nuevas dependencias más amplias y adaptadas a sus necesidades para facilitar una estancia más confortable durante el tiempo que deseen permanecer en el centro.