Las calles de Huelva, a rebosar de gente por la Magna Mariana: "Llevo unos días sin poder dormir esperando a este momento"
Convivían en la capital este sábado historia, cultura y tradición de la provincia entera, sin olvidar el disfrute: "Que se convierta en un símbolo y en una forma de reivindicar, una vez más, que Huelva existe y no te la puedes perder"
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Avanzando unos metros, dejando atrás las filas y filas de sillas de madera que ocupaban —casi por completo— la Plaza de las Monjas, la ciudad entera rugía. "Hoy Huelva es de todos", contaba un padre de familia que se abría paso entre la multitud. A sus espaldas, ya se alzaba el verdadero gentío: familias de punta en blanco, parejas que caminan sin prisa, mayores que agitan su abanico desde algún resquicio de sombra, y niños que, aunque no entendían del todo lo que ocurría, sabían que guardarían de este día un recuerdo muy feliz.
Desde bien temprano, miles de personas ya ocupaban su sitio en el recorrido oficial. A pocos metros, entre los bares y las callejuelas, se respiraba emoción y orgullo. "Aquí enseñamos lo mejor de nuestra cultura. Se juntan pueblos y tradiciones en pleno corazón de la ciudad. Es una explosión de patrimonio que dejará huella para siempre y que emociona, sin duda, a todo el que la vea", comentaba Isabel Alfonso mientras bajaba por el Paseo de Santa Fe. "Que esto se siga repitiendo y que se convierta en un símbolo de nuestra ciudad y provincia", pedía.
Y ese mismo entusiasmo se intuía en los ojos de Fernando Marqués, un joven cofrade de Huelva capital. "Para mí, como onubense y miembro de la Hermandad de Pasión, esto es una experiencia impresionante. Llevo desde hace unos días sin poder dormir. Vienen todas las vírgenes juntas, y esto es una auténtica maravilla y un día insólito", contaba.
"Para los que somos de aquí de toda la vida, también es ver a personas a las que no ves desde hace tiempo, disfrutar de todas las vírgenes y escuchar la música que con tanto cariño ensayan desde cada una de las bandas. Lo que más me impacta es que, por ejemplo, yo en mi vida había visto ninguna virgen de los pueblos, cargadas de historia, y me han impresionado. Huelva está muy infravalorada, y aquí tenemos muchas cosas que valen la pena", añadía.
Y si muchos eran los anfitriones, otros tantos eran los visitantes y forasteros. Sevillanos, gaditanos, asturianos, madrileños y malagueños se mezclaban entre los onubenses, y, muchos de ellos pisaban sus calles por primera vez. "Venimos de Málaga. Queremos ver algo que nunca hemos visto. A nosotros esto nos encanta porque somos muy cofrades", contaba David Torres, de 22 años. "Tenemos muchas ganas de ver a la Victoria del Polvorín. Venimos solos, no nos hace falta nadie más para disfrutar de todo esto. Además, hemos aprovechado la oportunidad para conocer también otros sitios de la provincia. Iremos al Rocío y a la playa, porque nunca habíamos estado aquí", explicaba.
Más adelante, ya en pleno recorrido oficial y con las patronas tomando la Plaza de las Monjas, un grupo de amigas de Punta Umbría se acomodaba en sus sillas. "Sabemos que han venido sesenta autobuses de Lepe, y la entrada de Palos, por ejemplo, ha sido espectacular", decían. "No sabemos si volveremos a ver algo así. Se ha desplazado gente de todos los pueblos y es bonito recordar que cada hermandad tiene su historia y, sobre todo, que aquí cabe todo el mundo. Se respira respeto y hay mucha devoción. Es precioso de ver y no queríamos perdérnoslo", contaba María José Cordero mirando de reojo al paseo. "Yo soy de Cumbres Mayores, en la Sierra. Aunque me gustan todas, me hace especial ilusión ver a la de Aracena y Alájar. Me lleva de nuevo a mi pueblo", contaba Esperanza Navarro.
Como "una prueba de fuego" lo definían otros onubenses, a pocos metros de las primeras imágenes que procesionaban ya por el recorrido oficial. "Todo parece indicar que se ha superado esa prueba con creces, o al menos en un primer momento. Es una forma de reivindicar, como ya lo hacemos una y mil veces, que Huelva y su gente existe, y que somos una tierra que no hay que perderse", añadían Curro Fabra.
"A los cofrades de siempre se han sumado los de otros puntos de toda la provincia y de otras ciudades de Andalucía"
El día no se entendía "sin un rato de disfrutar" y de "echarse a la calle". "Es, sinceramente, lo que se esperaba", afirmaban desde El Macha, uno de los bares situados en pleno recorrido oficial. "Una afluencia espectacular. Han venido unas 30.000 personas de pueblos como Lepe o La Puebla, entre otros puntos de toda la provincia y de Andalucía", aseguraba.
En El Portichuelo, otro de los restaurantes cercanos al centro neurálgico del sábado, aseguraban que las reservas estaban completas desde hace muchos días. "El tránsito de gente por la calle era constante. Muchísimas personas, muy buen ambiente y buen humor. Y todo eso siempre viene bien", decía su propietario. "Han llegado personas de toda la provincia, clientes de Sanlúcar y de otros puntos de Andalucía. Los cofrades de siempre, más los cofrades de fuera. Esto dará un buen empujón a la hostelería y a la economía de Huelva", afirmaba con optimismo.
Cuando terminaba el acto oficial, llegaba el momento de compartir. Las miles de personas se disipaban por las cafeterías y locales del centro, que funcionaban hasta el último momento, con los esfuerzos centrados en hacer del día en algo imborrable hasta el último minuto. Desde la Plaza Niña hasta la Palmera, se escuchaba todavía el eco de las bandas, como si el día no quisiera terminar: "Deseando el siguiente", decía un grupo de amigos a lo lejos.
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