Los cabezos necesitan actuaciones que eviten la constante erosión de los taludes

El paisaje y la orografía de la ciudad serían incomprensibles sin la presencia de los cabezos. Lo que es una seña de identidad también son un problema y a veces, una tragedia. La profesora del Departamento de Geodinámica y Paleontología de la Universidad de Huelva (UHU), Encarnación García se mostró ayer partidaria de actuaciones que eviten la erosión de los taludes que pueden poner en riesgo las construcciones que se encuentran sobre los cabezos si bien tampoco se pueden olvidar las que han sido afectadas, en más de una ocasión por los derrumbamientos y que se sitúan a sus pies.

Dentro de las Jornadas sobre Riesgos Geológicos y Prevención en la Provincia de Huelva, Encarnación García disertó sobre Deslizamientos. Inestabilidad de laderas en el área urbana de Huelva. La investigadora se mostró partidaria de un plan integral de actuación que se anticipe a incidencias que "en su mayoría son causadas por las lluvias". Los cabezos son formaciones de arena con algo de arcilla que son muy vulnerables a la acción del agua. Ésta puede hacer que caigan bloques enteros del cabezo o que se deslicen algunas masas de esa arena.

García recordó que actuaciones como las del cabezo de la Esperanza o el Parque Alonso Sánchez parece que "han sido eficaces" pero no se puede decir lo mismo de la parte trasera de la plaza de toros que recibió un tratamiento parecido que no ha evitado que sigan los deslizamientos o derrumbes.

La situación de la calle Aragón afecta principalmente a las casas edificadas en la parte superior: "El talud se sigue erosionando y eso puede poner en el futuro en peligro, las construcciones de arriba incluida San Pedro". Actuaciones que se pueden llevar a cabo pasan por "facilitar el drenaje del agua o disminuir las pendientes".