Los caballos toman su feria en Huelva

La Feria del Caballo ha hecho honor a su nombre. Los equinos han tomado el control de las calles del recinto Juan Ceada Infantes durante la media tarde del sábado. Decenas de animales, con su jinete y su acompañante, se han paseado por el Parque Zafra tomando como punto de referencia la caseta de la Asociación Huelva Ecuestre.

Sobre el albero hay más afluencia que el viernes. Las casetas particulares han puesto su cartel de "privada", por si acaso quedaba alguna duda. Se han comenzado a juntar aquellos que han aprovechado el fin de semana para venir, con aquellos que consideran ya la caseta como su hogar. O sea, los ocasionales y los que no se cansan.

Estos últimos cada vez están más roncos. A más de uno el paso de los días, y eso que llevamos dos, les ha comenzado a poner voz de Joaquín Sabina. Pero siguen acercándose hasta el parque, porque para bailar y beber rebujito no hace falta hablar.

Hasta la fecha ningún incidente. Más allá de algún que otro vómito que decora el albero, y que rápidamente es retirado por el personal de limpieza, siempre 'al quite', por lo demás no hay nada destacable. Si es cierto que el paso de las horas hace que algún joven comience a andar de forma serpenteante, y deje de advertir que hay elementos que están colocados en un parque para que las personas se sienten a descansar. Velozmente, un golpetazo en la rodilla contra el elemento en cuestión cumple doble función: recordar que existen los bancos, y reducir la embriaguez.

Los jinetes, vestidos de doma clásica, tienen un control exquisito sobre el caballo. La persona que la acompaña, generalmente una chica joven vestida de gitana, no tiene tan claro este aspecto a juzgar por su cara de susto y su posición ladeada sobre el animal que, además, deja ver en la mayoría de ellas unos zapatos de deporte que le restan glamour y le suman comodidad a la vestimenta.

Allí se sigue estando muy bien. En muchas casetas hay grupos de música que hacen versiones de canciones conocidas por todo el mundo. Los temas de Estopa y de Manuel Carrasco dominan los repertorios de estas bandas, cuya declaración de intenciones es que "echemos un buen ratito todo el mundo". No hace falta más.

El punto de cruz roja en la puerta del recinto es de agradecer, sobre todo para esas pequeñas incidencias que no son especialmente graves, pero si molestas y necesitan atención. Por allí se han pasado desde aquellos que se han cortado con el cuchillo cuando estaban emplatando jamón, hasta el chaval que se dio el golpe con el banco descrito anteriormente.

También la cantidad de baños que hay es un punto a favor de esta feria. Situados en los extremos del parque, aparecen casi sin colas, ya que hay casi una decena para cada género y que, además, son limpiados frecuentemente.

Por tanto, el segundo día de la Feria del Caballo le da, aún más si cabe, sentido al evento con la aparición masiva de los animales pisando la arena del recinto. Mientras, las personas ya empiezan a tomar conciencia de que el ecuador de la feria está llegando, y que el domingo se acaba esto.