En busca de gente resiliente

Resiliencia: Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Esa es la definición de la Real Academia de la Lengua; para la Organización de las Naciones Unidas, es un concepto fundamental en su modelo de desarrollo sostenible, el que se debatirá en la cumbre internacional que se celebrará este mismo mes en Río de Janeiro. Más que un nuevo modelo, se espera dar un paso más en el concepto de desarrollo sostenible para llevarlo del discurso a la práctica e introducirlo en el campo de la economía en un momento de crisis.

"El modelo económico ha reventado, hay una crisis de paradigma", destacaba ayer la ex ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona en la inauguración del Foro Saberes para el Cambio, en la sede rabideña de la Universidad Internacional de Andalucía. Como miembro del grupo de alto nivel sobre sostenibilidad de la ONU, Narbona ha participado en la elaboración del informe Gente resiliente en un Planeta resiliente: un futuro que vale la pena elegir, la hoja de ruta de Rio+20, que así se denomina la cumbre. En él, 22 expertos consideran fundamental dar ese paso de unión de sostenibilidad y economía, cambiando un modelo "que ha generado gravísimas desigualdades sociales" en su búsqueda cortoplacista de resultados, sin importar la ruptura de "los equilibrios ecológicos".

Desde que en 1987 se acuñase en el informe Brutland (el precursor de este nuevo trabajo) la expresión desarrollo sostenible, los avances no han sido muchos, reconoce Narbona. Pero "no hay que cambiar el concepto, sino saber por qué ha quedado marginado en las agendas de los políticos", destaca la socialista. Y dar nuevos pasos para un cambio de paradigma, que pasa de forma fundamental por un modelo de producción y consumo que permita que "cualquier ciudadano respire aire no contaminado y tenga alimento y agua suficiente". Tanto ahora, remarcó, "como mañana". Y para ello, son necesarias "una redistribución de la renta, la riqueza, el poder y la información".

Ante algunos de los participantes en el foro de la UNIA, la experta desgranó algunas de la propuestas incluidas en el informe presentado ante la ONU. Como por ejemplo, el "empoderamiento de los ciudadanos", capacitados para participar, ser responsables de sus actos y exigentes. O una "economía global" que desincentive la especulación, que establezca medidas fiscales que impulsen la sostenibilidad y garantice el acceso de toda la población a la energía mediante el impulso de las renovables. También será necesario un salto en el concepto país rico-país pobre, de forma que los países entiendan que todos tienen que cambiar.

De esa dicotomía Norte-Sur se tratará durante dos jornadas en la sede iberoamericana de la UNIA. De la mano de Narbona, el foro que comenzó ayer elaborará un manifiesto para el debate de la sostenibilidad desde el punto de vista de las relaciones entre los países desarrollados y los países arrollados. Será un documento participativo, uno de los muchos que concurran en Rio+20 en diferentes materias, consiguiendo a través del debate global y la información "augurar un futuro mejor" más allá de grandes acuerdos internacionales que "no cabe esperar", reseñó. Un debate necesario en el que, según remarcó el rector de la UNIA, Juan Manuel Suárez Japón, "quizás sea un buen momento para mirar hacia atrás y después hacia delante".