Huelva

En busca de la eterna juventud

  • Escapadas Vino más que para beber

  • Para embellecerse, relajarse y sentirse en el reino de Baco con la vinoterapia y su trasfondo social

Una chica toma unn baño de vino, una de las terapias actuales más recomendables.

Una chica toma unn baño de vino, una de las terapias actuales más recomendables. / fotos: m.l.

En lucha constante contra la crisis económica, cambios culturales y leyes restrictivas, el sector del vino ha sabido ver más allá durante los últimos años y ha comenzado a explotar un valor añadido tan atractivo como es el enoturismo, una modalidad de ocio que aprovechan bodegas, municipios de tradición vinícola centenaria y nuevos centros especializados nacidos al amparo de las propiedades terapéuticas que tiene el fruto de la viña. Rutas por pueblos y viñedos, bodegas con hotel, actividades al aire libre… Y el vino, por supuesto. Aunque ya no sea únicamente para beber.

La vinoterapia, como muchas de las terapias cuyo objetivo es conservar la belleza y devolver la calma, tiene un trasfondo social implícito al ritmo de la vida de la sociedad actual y a la evolución de las modas y las costumbres durante las últimas décadas. El ciudadano de hoy en día es un ser preso del estrés que viene pasado de revoluciones en un mundo que gira demasiado deprisa y que no perdona un segundo de pausa. Y, desde luego, el estrés curte y envejece, por dentro y por fuera. El último tercio del siglo pasado trajo consigo nuevas formas de tratamientos de belleza basados en el uso de materias primas naturales como alternativa al ya extendido deporte del bisturí y las inyecciones de colágeno.

Los tratamientos terapéuticos con uva y vino se remontan a tiempos inmemoriales

El origen de los tratamientos terapéuticos con uva y vino se remonta a tiempos inmemoriales pero fue durante los años 90 del siglo XX cuando florecieron los primeros negocios dedicados a la vinoterapia. La cuna fue Burdeos, donde Mathilde Cathiard y Beltrand Thomas, que procedían de la cosmética, abrieron Les Sources des Caudalies, el primer centro especializado en la materia. Por aquel entonces, ya se conocían las propiedades saludables del consumo moderado de vino. Pero fue en ese momento cuando se puso de moda la vinoterapia para tratamientos de belleza y relajación. De la uva se aprovecha prácticamente todo, desde los aceites que se extraen de la semilla y el hollejo hasta los polifenoles, en concreto el reverastrol, que tiene diez mil veces más capacidad para neutralizar la oxidación que la vitamina E. Así, los taninos ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel y facilitan la renovación celular. Por tanto, los tratamientos de vinoterapia están enfocados principalmente a la mejora y recuperación de la piel, ya que protegen las fibras de colágeno y elastina, previenen la destrucción de ácidos constituyentes de los tejidos y dan mayor firmeza a la superficie de la piel.

El éxito de los franceses fue tal que en poco tiempo abrieron centros en París, Estados Unidos, Italia y Taiwan. Y también su espacio en la Ciudad del Vino de Marqués de Riscal en El Ciego, en La Rioja alavesa, una de las ofertas más importantes de vinoterapia de España. Diseñado por el arquitecto Frank O. Guery, poco se puede decir que no se haya dicho ya de este enorme complejo de cien mil metros cuadrados, con un hotel de lujo, cuyo restaurante está asesorado por Francis Paniego, chef de Echaurren (Ezcaray, La Rioja). En Caudalies, los servicios de vinoterapia son completos: baños, masajes y todo tipo de tratamientos de belleza que no se limitan al vino y la uva. Un complemento perfecto a la estancia en la Ciudad del Vino, un lugar destinado a marcar un antes y un después en el sector del enoturismo.

En apenas unos años, los tratamientos con vino y uva se habían generalizado y, como no podía ser de otra forma, llegaron a nuestro país. El primer balneario de vino en España fue el lujoso Wine Spa del hotel Golf Perelada, edificado en una localidad de gran tradición vitivinícola. Este centro ofrece al cliente lo que denominan Ampeloterapia, consistente en diferentes tratamientos de belleza faciales y corporales basados en los derivados de la uva y el vino. Para ello utilizan el extracto de uva roja micronizado de viña, fangos de vino, brisa de uva, levaduras, aceite de semilla de uva, vino tinto o moscatel. El objeto es estimular la producción de colágeno, combatir los radicales libres y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, además de facilitar la circulación sanguínea, estimular las defensas y combatir la fatiga. Venden también, en exclusiva, una serie de cosméticos elaborados a partir de extractos de diferentes variedades de uva.

Si este fue el gran pionero de este tipo de establecimientos en España, otro que abrió sus puertas fue el Centro de Turismo Rural Vino-Spa Lavida, ubicado en Valdeayuso, una localidad perteneciente a Peñafiel, en el corazón de la Ribera del Duero. El proyecto nace del empeño de la empresaria Pilar Escribano, que junto a su marido, Juanjo Dávila, ambos con participación en Bodegas Protos, decidieron poner en marcha el centro en su tierra tras realizar muchos cursos sobre la materia, viajar por Sudamérica y observar de primera mano la labor de Mathilde Cathiard y Bertrand Thomas.

"Conozco Caudalies desde hace muchos años", afirma Pilar. "Tiene un estilo muy sofisticado". La idea no era hacer una casa rural ni mucho menos sino un centro de vinoterapia con una filosofía muy bien definida. "Conseguir el bienestar equilibrando los cinco sentidos".

Pilar lleva el vino en la sangre, ya que no solo es solo accionista de Protos, sino que sus antepasados fueron fundadores de la bodegas hace más de 80 años (de hecho, el nombre de la bodega viene del griego proto, que significa el primero, y fue la primera bodega fundada bajo el amparo de la DO Ribera del Duero). Lavida es un centro perfectamente acondicionado y su diseño y decoración se realizaron bajo las técnicas chinas del feng-shui (aire-agua). Pese a que existe la creencia generalizada de que este tipo de servicios suelen ser solicitados por clientes de alto poder adquisitivo, Pilar afirma que a Lavida acuden desde altos ejecutivos hasta gente de la zona. Los servicios de vinoterapia más solicitados son los baños de vino y las envolturas, aunque el centro también ofrece otros tratamientos.

Además de estos grandes centros de vinoterapia, un buen número de ofertas de este tipo, aunque más modestas, han comenzado a florecer en los últimos años en todo el país. Un buen ejemplo de ello es el Aula-Taberna Cátame, situada en pleno casco histórico de Toledo, y que ofrece diversas actividades relacionadas con el mundo del vino entre las que se encuentran sesiones de masovinoterapia, que consisten en masajes de diez minutos con cremas y aceites con vino impartidos por un equipo de fisioterapeutas. El placer del masaje se complementa con una copa de vino a elegir entre cuatro monovarietales.

En apenas unos años, la vinoterapia ha ido adquiriendo popularidad y prestigio como una alternativa más que saludable a los clásicos tratamientos de belleza. Sus efectos terapéuticos están comprobados y además las sesiones se pueden realizar en lugares especializados perfectamente acondicionados para ello, sean monotemáticos o balnearios con servicios de vinoterapia. Y lo más importante es que todo es natural, algo poco común en una época de búsqueda de soluciones rápidas y carreras contrarreloj.

Pero poder disfrutar de este producto en una bodega tiene un encanto especial, algo que ya es posible hacer en Ronda, en concreto, el hotel El Juncal, de la bodega del mismo nombre, que ofrece a sus clientes este producto, que puede formar parte de una visita a la bodega o contratado de forma individual. Además, existe la posibilidad de prácticamente personalizar ese momento de relax absoluto, o convertirlo en algo íntimo con la pareja con un aperitivo posterior y una degustación de vinos de la bodega, todo ello en el interior de la zona de spa y masajes que posee el hotel.

¿Escapadas? Marídalas con vino el cien por cien.

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