El bombero que custodia la memoria del Consorcio Provincial Contraincendios desde hace más de tres décadas se jubila

No ha fallado ni un solo día desde aquel agosto de 1992 en el que, por primera vez, comenzó a construir sin proponérselo la historia escrita del Consorcio Provincial Contra Incendios y Salvamentos de Huelva. Este 8 de agosto de 2025, a Manuel Gómez Macías le toca colgar el uniforme y el casco tras la que va a ser su última guardia: una más que merecida jubilación.

Macías sigue el ritual de cada jornada de trabajo en este día de despedida en el Parque de Bomberos de Ayamonte. La sensación, el sentimiento, son extraños: entre el deber cumplido y el deseo del descanso de todo guerrero, y el avance de una cierta nostalgia por los suyos, por su vocación y su compromiso como bombero.

Tampoco hoy falta a un deber autoimpuesto con la memoria del Consorcio. Antes de acudir al parque, entra en la Papelería Aula (Villablanca) a comprar un ejemplar de este diario, que tiene en sus manos, para encontrarse con la última información de su hemeroteca personal antes legarla al Cuerpo.

Macías tiene guardadas páginas de periódicos con informaciones, reportajes y crónicas relacionadas con el Consorcio Provincial de Bomberos de Huelva desde hace la friolera de 33 años. Justo en este mes. Una protesta sin precedentes que llenó portadas e informativos, con huelga de hambre incluida de los bomberos de Huelva durante seis días, está en el origen de esta valiosa hemeroteca. “La noticia bomba fue la huelga… Entonces me dije, esto lo tengo que guardar yo”, recuerda sin saber que está haciendo declaraciones.

Ahí empezó todo. Miles de noticias vinculadas al cuerpo, incendios, accidentes, rescates y otras emergencias; asuntos sindicales y batallas políticas, intervenciones internacionales y de formación se conservan y custodian en decenas de archivadores perfectamente ordenados en una estancia en el parque de Ayamonte. El contenido se ha visto ampliado con desastres internacionales o asuntos que guarden algún tipo de relación con el servicio que prestan los bomberos. “Esto que ves no es llegar y colocarlo…tiene un trabajo detrás. Ni yo mismo me creo que haya 33 años de periódicos aquí”, dice.

Macías comenzó con fotocopias de las páginas y continuó con recortes de las noticias que consideraba que había que conservar. Todo está guardado en estos formatos, encuadernado, un material que ha ido complementando con los periódicos digitales desde que comenzaron a ganar terreno al papel. El último paso ha sido escanear todo el material: hoy la hemeroteca del Consorcio está preservada en discos duros. “Cómo se nota el paso del tiempo en los periódicos, ¿verdad?”, expresa al repasar uno de los archivadores.

Mientras los ecos de la última guardia resuenan en los pasillos del parque de bomberos, Manuel Gómez Macías se despedirá sin hacer ruido, como ha hecho siempre. La colección busca un nuevo guardián que tome el relevo. Macías deja en cada página una parte de su historia y de su vocación.