Manga corta y botas altas. Abrigo y zapatos de tela. Toda una amalgama de combinaciones y atuendos variopintos inundan las calles en unos días en los que, a pesar de lo que marque el calendario, se sigue notando un calor desconcertante para esta época del año.
Durante la pasado jornada el termómetro llegó a marcar los 25 grados en las horas centrales del día en diversos puntos de Huelva, aunque con una sensación térmica aún superior. Un clima apacible especialmente extraño en mitad de noviembre cuando tan solo quedan unos días para el tradicional encendido del alumbrado en la capital coincidiendo con el Black Friday.
Para este lunes, los cielos seguirán estando poco nubosos o despejados, con intervalos de nubes bajas y brumas matinales, sin descartar nieblas en el valle del Guadiana y zonas del litoral, tal y como vaticina la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las temperaturas máximas, eso sí, comenzarán a decaer levemente en el sureste aunque sin cambios en el resto. Los vientos soplarán flojos variables, tendiendo a componente oeste flojos.
Lo mismo para el martes y será, previsiblemente el miércoles cuando la situación comience a cambiar, con una bajada más brusca de las temperaturas en toda la provincia. De los 21 pasaremos a los 19 grados de máximas durante el jueves y el viernes próximos.
La única novedad que se puede contar para los próximas días es la normalización de temperaturas que tendremos a partir del martes de la semana que viene. Hasta entonces seguiremos con estas máximas primaverales de 26/27 °C. La lluvia ni está ni se le espera.
— MeteoHuelva.es (@Meteohuelva) November 17, 2023
Días 25, 26 y 27 (sábado, domingo y lunes)
Aunque aumenta notablemente la incertidumbre y se barajan escenarios diversos, al principio del periodo es probable que predomine un tiempo relativamente estable en buena parte del país, con predominio de cielos poco nubosos. No obstante, habrá mayor nubosidad en el tercio noroeste y no se descartan precipitaciones en el Cantábrico oriental, que al final del periodo podrán extenderse, también con baja probabilidad, a Galicia y al resto del Cantábrico. Las temperaturas tienden a recuperarse en general, y las heladas retroceden tanto en intensidad como en extensión, pero podrían darse, débiles y dispersas, en montaña y en zonas aledañas de ambas mesetas.
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