Las berries: denominación de origen salud

El catedrático de Nutrición del Departamento de Bromatología y Tecnologías de los Alimentos de la Universidad de Córdoba, Rafael Moreno Rojas, apuntó ayer la necesidad de homogeneizar la producción de los frutos rojos de Huelva para dotarlos así de una estabilidad, a fin de que un comité científico avale las cualidades saludables y que éstas puedan reflejarse en el etiquetado de los productos.

Así lo expuso en el I Congreso de Frutos Rojos que se ha celebrado el miércoles y jueves en el Palacio de Congresos de la Casa Colón de la capital onubense, organizado por el Instituto de Estudios Cajasol en colaboración con Freshuelva, la asociación que agrupa a los productores, comercializadores y exportadores de fresas, frambuesas, moras y arándanos (berries).

La segunda y última jornada del congreso, que ha congregado a más de mil personas, se centró en la puesta en común de los últimos estudios e investigaciones que sobre las propiedades saludables y nutritivas de las berries que se han llevado a cabo.

La proliferación de investigaciones sobre las propiedades alimentarias han dejado en buen lugar a los frutos rojos y recomendado, por tanto, su consumo tanto por placer como por salud.

Según Moreno Rojas, la idea es ofrecer unos frutos rojos con cualidades uniformes en cada una de sus variedades y ofrecer al mismo tiempo productos únicos, ya que la composición de estos frutos es muy variable.

En su opinión, la peculiaridad de los frutos rojos es que, además de contar con esos componentes más o menos mayoritarios y esenciales para las personas, aportan compuestos que no sólo los convierte en alimentos funcionales, sino también en unos estupendos aliados para la salud.

Moreno Rojas explicó que hay elementos comunes a todos los frutos rojos y otras sustancias que predominan en unos más que en otros, y apuntó que todas las berries tiene efecto antioxidante, algunas componentes antinflamatorios, otras sustancias antitumorales que sirven para prevenir cánceres como los de mama, útero, próstata o piel, así como partículas que las hacen beneficiosas contra la diabetes.

Sin embargo, cada una de las variedades no contienen la misma cantidad de estos componentes (varía incluso según el lugar y las condiciones del cultivo), por lo que para que sus cualidades puedan figurar en el etiqueta de estos productos sería necesario homogeneizar la producción para dotarlo de cierta uniformidad en su composición.

El catedrático de la Universidad de Córdoba considera que con los elementos saludables que contienen los frutos rojos y uniendo el componente comercial el sector onubense tiene un enorme potencial si apuesta por la transformación local de sus productos mediante los métodos adecuados para mantener y/o concentrar los componentes funcionales que tienen dichos frutos, con lo que el valor añadido quedaría en los propios productores y no en los intermediarios comerciales.

La vicerrectora adjunta de Profesorado de la Universidad San Pablo CEU, Beatriz Ramos Solano, expuso un proyecto llevado a cabo en la empresa Agrícola El Bosque, basado en la mejor de la producción de moras aumentando y estabilizando los niveles de compuestos bioactivos mediante el empleo de bacterias de origen natural beneficiosas para las plantas.

El potencial antioxidante del fruto es un indicador indirecto de los beneficios para la salud. Los compuestos previenen o bloquean la formación de radicales libres que alteran el funcionamiento celular.

Beatriz Ramos explicó que el potencial antioxidante de la mora se debe a los metabolitos secundarios, compuestos bioactivos que, además de ser antioxidantes, pueden prevenir el desarrollo de enfermedades como la obesidad, el síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares o enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Agrícola el Bosque es una empresa familiar especializada en la producción de zarzamora desde 1995, y tras años de investigación experimental ha desarrollado un proceso totalmente innovador que permite la producción de moras todo el año. Produce unas 800 toneladas anuales, que destina prácticamente en su totalidad a la exportación.

Algunos expertos en la materia apuntan a que la clave para llegar mejor al mercado está también en hacer del fruto un producto de alto valor: único, con poder de mercado y centrado en el consumidor. Para ello es necesario transformar la materia prima en un producto de calidad y aportar garantías en cuanto a seguridad, pertenencia, reconocimiento y autorrealización, refiriéndose a la búsqueda por parte del consumidor de productos saludables, gustosos y que tengan compromiso ecológico.

El gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez Guillén, dio por concluida esta primera edición del congreso agradeciendo a los ponentes su participación y la información transmitida al sector, a los participantes por su asistencia e implicación en el cónclave, y a las empresas asociadas, adheridas y entidades colaboradoras, su colaboración con Freshuelva para la configuración del ámbito técnico del congreso. A todos, les emplazó a la próxima edición del próximo año tras considerar que este primer encuentro ha sido "muy productivo".