"La base de mi trabajo es mi amor y mi pasión por Huelva"

Sabe mejor que nadie que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre llena de color, vitalidad, positividad y éxito. Andrés Espuelas es uno de los artistas onubenses con mayor proyección del momento. Empezó su andadura en la pintura en 2014 y todo lo que ha alcanzado ha sido a base de esfuerzo y de creer en su trabajo. Hecho a sí mismo, autodidacta y emprendedor, la palabra que mejor lo define es resiliencia, la capacidad de sobreponerse ante los reveses que la vida te pone por delante.

-Huelva está representada en todo su esplendor en el cartel de las Fiestas Colombinas con su sello particular. ¿Cómo fue?

-Cuando el Ayuntamiento me propuso el proyecto mi estilo tenía que estar reflejado, no lo iba a cambiar. Había que plasmar los acontecimientos de este año y me parecía lo más oportuno incluirlos en el cartel. Son tres los que sobresalen este año: el 525 Aniversario del Encuentro entre Dos Mundos, la Capitalidad Gastronómica y el centenario del Barrio Obrero. También reflejo la fiesta con los farolillos, la noria y el coso de La Merced, que es tan importante aquí. Todo ello con la Ría al fondo. A todo eso como está dedicada a Buenos Aires, pensé que el vuelo del Plus Ultra era lo más representativo, el primer vuelo que unió las dos ciudades, y en vez de reflejar el sol nuestro dibujé el sol argentino. Nuestro atardecer con el sol porteño.

-¿Cómo ve su Huelva?

-Toda mi obra está basada en ella. He pintado rincones de otras ciudades, pero la base de mi trabajo es mi amor y mi pasión por Huelva. Busco que la gente se sienta orgullosa de nuestra ciudad y que no estemos siempre con el complejo de que es una ciudad que no es bonita o con la contaminación. Somos nosotros mismos los que lo decimos, la gente de fuera cuando llega aquí se queda asombrada de lo que es Huelva. Es un cúmulo de maravillas, un estilo distinto al de otras ciudades. Vamos a intentar defender lo que ya tenemos y vamos a ponerlo en valor.

-Casi lo ha pintado todo. ¿Qué festividad es la que más le gusta a Andrés Espuelas?

-Todas son únicas y especiales. Soy muy amante de la Semana Santa de Huelva, soy de Los Estudiantes y por tradición familiar soy hermano de la Quinta Angustia de Carmona desde que nací. Después llegan las Colombinas y soy de los de Colombinas 100%, las corridas de toros igual, voy a la bajada de la Cinta y me gusta mucho vivir todas las festividades de la ciudad. Quizá menos los carnavales, que me agradan pero no soy participativo. Pero mientras sea de Huelva a mí me encanta.

-¿Cómo vive Andrés Espuelas las Colombinas?

-De una manera muy sencilla. Cuando era joven iba a tope. Ahora nos acercamos con las amistades a las distintas casetas a cenar y luego vamos a casetas como la de Cadena Cien, para un poco más de marcha pero tranquilos. Ya me gustaría a mí volver a los tiempos en los que me colaba en las casetas. Las Colombinas cuando era joven eran totalmente distintas, con macro casetas para las que tenías que tener invitación y tú matabas por conseguir una de Fertiberia, de Sevillana, de la Caseta Municipal... Era muy típico porque te tenías que colar, si no, no tenía mérito. Este año por suerte se van a recuperar las casetas grandes, que es la tradición de nuestras Colombinas.

-Y no salir de las Colombinas sin tomar un ponche...

-Eso es como la estatua de Colón. No puede ser más de Huelva. No te podías venir de las Colombinas sin tomar ponche o sin comprar el turrón o el coco. Ya un poquito más avanzado, cuando he tenido niños, no te podías venir sin montarte en el Ratón Vacilón, que ya se ha convertido en un clásico. Es muy gracioso porque tengo dos hijos y el chico tenía 3 años o así cuando lo monté por primera vez. A partir de ese año fui sacando la foto que te hacen en la atracción y tengo un cuadro muy simpático en casa donde tengo casi 10 fotos del niño creciendo en el Ratón Vacilón. Es ver cómo crece en el mismo cacharrito. Además, por supuesto tenías que cenar un pollo asado con los amigos. Ahora también hay una cosa muy buena, que son las casetas discotecas con unas orquestas increíbles. También cuando éramos jóvenes el ir y venir de las Colombinas en autobús desde la playa... Son innumerables las cosas que resaltar de las fiestas, de antes y de ahora.

-Y las Colombinas de día. ¿Cómo las vivirá?

- Quiero llenarme de todos los días de las fiestas, mañana y noche, y este año más con la motivación del cartel.

-El cartel ha sido un rotundo éxito.

-El cartel ha sido un éxito muy grande, no lo esperaba. Cuando Elena Tobar (concejal de Turismo y Promoción de Huelva en el Exterior) me hizo el encargo me emocioné. Tampoco llevo dedicándome al arte mucho tiempo. Que hayan pensado en mí después de artistas como Man O Matic o Víctor Pulido, instituciones en el mundo del arte, me llenó de orgullo. No me podía salir de mi estilo porque si me han llamado es porque la gente espera ver reflejado quien soy en el cartel, y había que ver en él lo que he hecho hasta ahora. Por eso me basé en este concepto.

-Su estilo a la hora de dibujar es inconfundible y ya es una referencia. ¿Qué es el curvismo?

-El curvismo empezó como una broma y ya parece que hemos descubierto algo. Hay una rama del arte en la que a los artistas les gusta deformar la realidad. Pero esto salió cuando hice la primera exposición y alguien dijo que había artistas que realizaban cubismo, realismo y yo había creado curvismo. Siempre me ha gustado deformar la realidad por mi pasión por los cómics. Cuando me da por pintar los edificios hago lo mismo, intento caricaturizarlos y darles vida como si se estuvieran moviendo, como si fueran de plastilina. Intento guardar la realidad del rincón pero deformada. Incluso en el avión en el Plus Ultra, cuando lo fui a pintar lo hice con esa forma un tanto curva en el ala y en las aspas. Además coincide que Alberto, mi hijo pequeño, está terminando la carrera de ingeniero aeronáutico y como tiene la misma pasión por Huelva que yo, su proyecto fin de carrera lo hizo sobre el Plus Ultra en dos fases: la histórica y la de ingeniería con el diseño del avión en 3 dimensiones. La imagen la cogí de su proyecto. Además ya se la historia completa del vuelo, cosa que sólo conocía de pasada. Nosotros mismos no conocemos la grandeza que tenemos en Huelva.

-¿Cómo es su proceso creativo?

-Lo primero que intento es que la imagen sea de muy buena calidad, no para pintarla igual, sino para fijarme en los detalles. Como en toda caricatura lo que quiero es que los detalles del edificio salgan. Es en lo que la gente se ve reflejada y le agrada de mi obra. Cojo la imagen y la pinto real tal como está, y es luego cuando me entra la paranoia y digo, a ver qué hacemos aquí. Para el cartel realicé un boceto de cada elemento completo y después los puse superpuestos para ver qué quería resaltar más. Aunque se vea un trocito del boceto, es completo. Luego voy jugando sobre la plancha de luz hasta que doy con lo que quiero, y ya lo calco. Primero todo es a lápiz, lo contorneo a tinta, lo borro todo y conservo la tinta. Sobre esta trabajo en acuarela en colores planos, y con lápices acuareables lo voy coloreando. Después dibujo y difumino. Con el último proceso intento dar volumen. Me gusta curvarlo todo y darle la sombra según está. Tú conoces como sería la sombra en real pero si lo doblas la sombra te cambia.

-¿Qué sensación le produce cuando ve terminada una obra?

-Acabas agotado, pero con un cúmulo de sensaciones increíble. Has estado conviviendo con un trabajo días (este más de 15). Desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche. Por un lado estás cansado pero por el otro, cuando acabas te da pena el final. Luego viene la duda de si gustará. Hay un proceso de miedo e incertidumbre que es cuando yo lo entrego al cliente y esperas la respuesta. En este caso el boceto inicial se lo mandé a Elena Tobar y le encantó. Cuando se lo entregué terminado su cara lo decía todo, no me tuvo que decir más nada.

-¿Qué color predomina en Huelva?

-Los azules de nuestro cielo siempre van a ir en mi obra y los amarillos y anaranjados de nuestra tierra. Es un color que predomina mucho, que resalta en Huelva, la plaza de toros, los tejados, la cantidad de edificios que hay con ladrillería. Y el turquesa por el color de nuestra Ría. Hay días que el color es espectacular, un color único, porque nuestro mar está lleno de vida.

-Usted dice que la vitalidad invita a salir del pesimismo.

-Quizá por el proceso que he tenido lo veo así. Soy ingeniero de minas y durante 27 años he trabajado en la construcción. Todo el día trabajando mucho y luchando. Llegó la crisis y se acabó. Seguí activo en otras empresas donde me trataron muy bien, pero ya no era lo mismo. La vida me estaba encaminando a esto. Mi interior necesitaba un cambio. Así que me encontré solo en casa y con el apoyo y el aliento de mi mujer, hijos y amigos que me dijeron que era el momento. Tenía que darle vida a lo que pintaba porque estaba necesitado de eso. En esa época fui a muchos cursos de motivación y autoestima. Las escuchas y no te las crees pero a la larga es verdad. Lo que tienes en tu interior si lo deseas y peleas por ello puedes lograrlo. He dado unas cuantas conferencias a niños en colegios y les digo que si desean algo que lo trabajen porque lo van a conseguir. Si verdaderamente te gusta una cosa y tienes pasión por ella y lo deseas te viene seguro. Yo he tenido mucho éxito profesionalmente pero llegaba del trabajo y nadie te daba una palmadita en la espalda. Ahora termino mi trabajo y a todo el mundo le gusta. Me han dado premios, he dado conferencias de pintura y motivación, he salido en los periódicos... Lo curioso es que no sé hasta cuándo, como todos los autónomos, pero ésta es ahora mi forma de vida. Estoy encantado.

-Usted es completamente autodidacta.

-Sí. Me dijeron 'no vayas a aprender nunca porque pintarás igual que todo el mundo'. En todo hay que formarse, pero hasta cierto punto, porque te puedes viciar con una manera de hacerlo estructurado. Me formo leyendo y viendo vídeos. Todo el mundo pinta desde chico y al que le gusta lo hace muchas veces, y al hacerlo muchas veces lo hace bien. El Muelle del Tinto ya me sale con los ojos cerrados. Ese es el éxito de la pintura que te guste, la técnica no lo es todo.