Los bares de Huelva capital tendrán una hora tope para cerrar sus terrazas en verano y otra en invierno
Los días especiales como viernes, sábados, vísperas de festivos, Navidades o Fiestas Colombinas, permiten ampliar en una hora más el cierre
El equipo de Gobierno elevará este viernes a Pleno una ordenanza de veladores que "garantiza seguridad jurídica tanto a vecinos como a hosteleros"
El Ayuntamiento de Huelva quiere poner a disposición de la Junta de Andalucía suelo urbano para construir viviendas protegidas

Las terrazas y veladores de Huelva capital tendrán finalmente un horario de verano y otro de invierno, dependiendo del mismo del tipo de establecimiento y de su ubicación. El Ayuntamiento de Huelva eleva este viernes a Pleno para su aprobación definitiva la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública con terrazas y otros elementos anexos en establecimientos de hostelería, ocio y esparcimiento, cuyo objetivo es compatibilizar el desarrollo de la actividad hostelera con la normativa vigente en materia de contaminación acústica y medioambiental y con el derecho al descanso de los vecinos. Una normativa municipal que, a juicio del primer teniente alcalde de Urbanismo y Medioambiente y portavoz del equipo de Gobierno, Felipe Arias, “garantiza seguridad jurídica tanto a vecinos como a hosteleros poniendo fin al vacío legal, el descontrol y el enfrentamiento social que ha marcado históricamente esta actividad”.
El régimen general de horarios contempla que los bares y restaurantes sin música ni elementos audiovisuales puedan mantener abiertas sus terrazas hasta las 1:00 entre junio y septiembre, mientras que en el resto del año la hora tope será la medianoche. Asimismo, en el caso de establecimientos con música o equipos de amplificación, estos podrán acogerse a los mismos horarios, pero solo si mantienen estos equipos apagados durante todo el tiempo que ocupen la vía pública. De lo contrario, estarán incurriendo en una infracción muy grave, según se extrae del borrador de la ordenanza, al que ha tenido acceso este periódico.

El horario de cierre se amplía una hora, hasta las 2:00 durante todo el año, en las zonas no residenciales, "sin perjuicio del obligado cumplimiento de los condicionantes establecidos en la presente ordenanza", que también recoge que en las zonas acústicamente saturadas, "los horarios específicos se fijarán en los correspondientes Planes de Acción que se redacten tras su declaración oficial".
Un matiz importante a resaltar es que, durante fechas señaladas como Navidades, Semana Santa, Fiestas Colombinas, fiestas patronales, viernes, sábados y vísperas de festivo, el horario de cierre se amplía en una hora adicional, sin superar nunca las 02:00. Eso sí, en cualquier caso, la venta de comida y bebida deberá cesar media hora antes del cierre, y las terrazas deberán estar completamente recogidas y desalojadas en ese plazo.
Terrazas alineadas con las fachadas de los establecimientos
De igual modo, el Ayuntamiento de Huelva establece una serie de normas para la correcta ubicación de terrazas y veladores en la vía pública en aras de compatibilizar su instalación con el tránsito de los peatones, el acceso a las viviendas y a los garajes y las normativas de accesibilidad y protección acústica. En líneas generales, las terrazas deberán estar situadas frente a la fachada del establecimiento sin llegar a invadir la de otros inmuebles, con la salvedad de que exista una autorización expresa de los propietarios o comunidades afectadas. Además, los veladores no superarán una superficie de 100 metros cuadrados, salvo aquellas que puedan ampliarse en espacios amplios y singulares si así lo estima el Consistorio, previa presentación de un proyecto justificativo.
Cada terraza deberá estar debidamente señalizada con un elemento de acero inoxidable en el pavimento "en cada uno de los vértices de la superficie autorizada", un coste que asumirá el solicitante. A su vez, en los referidos casos de terrazas mayores de 100 metros cuadrados, el Ayuntamiento podrá exigir servicios higiénicos adicionales. La normativa establece también que, si dos establecimientos enfrentados desean instalar veladores, deberán repartirse el espacio disponible proporcionalmente.

Lo que no deja lugar a dudas es que la ocupación no podrá interferir con elementos como garajes, portales, carriles bici o paradas de transporte público, ni dificultar el paso de vehículos de emergencia. En todos los casos, deberá mantenerse un paso libre de 1,80 metros para peatones y 3,5 metros para vehículos de emergencias y privados con acceso a garajes.
Además, las terrazas no podrán instalarse a menos de un metro de huecos de viviendas ni a menos de 80 centímetros del carril bici si no hay separación física. Está prohibida también su ubicación en zonas marítimo-terrestres o donde se impida la visibilidad de señales de tráfico o elementos de seguridad.
La estética será importante, sobre todo, en el Centro
El mobiliario de las terrazas y veladores del centro urbano, Pablo Rada y la zona portuaria deberá responder a criterios estéticos más exigentes, apostando por materiales de calidad, un diseño más cuidado y colores neutros.
Por ejemplo, las mesas y sillas deberán ser resistentes, fáciles de limpiar y contar con protecciones de goma para evitar ruidos y daños en el suelo. Quedan prohibidas las sillas moldeadas de una sola pieza en plástico o resina, así como las plegables metálicas, salvo si son de madera. En cuanto a sombrillas y toldos, estos deberán ser de un solo color, preferentemente en tonos claros como blanco, marfil o tierra, y tendrán que respetar una altura mínima de 2,20 metros sin cortinajes laterales.
Igualmente, será obligatorio también instalar ceniceros o papeleras en cada velador, mientras que se prohíbe expresamente el uso de publicidad en el mobiliario de las terrazas. Son exigencias que, según el Ayuntamiento, podrán ampliarse a otras zonas de la ciudad, especialmente en áreas turísticas o de interés patrimonial, donde incluso se podrán aprobar diseños específicos de mobiliario urbano.
Son varias las prohibiciones que recoge la ordenanza, como la prohibición de la colocación de maquinaria, frigoríficos o vitrinas para la venta de helados y/o otros productos, máquinas expendedoras, máquinas de juegos y similares, así como tampoco se permitirá la colocación de mostradores, barbacoas, cubos de basura, cartelería, atriles u otros elementos no autorizados expresamente. Tampoco se puede servir a la terraza de veladores, salvo el uso exclusivo por camareros, a través de ventanas abiertas en fachada ni se pueden instalar repisas u otros elementos que puedan servir de apoyo a copas, vasos o platos o que favorezcan la estancia de clientes de pie en el exterior.
También está prohibido almacenar o apilar productos, materiales o residuos propios de las instalaciones fuera de los establecimientos y, con carácter general, queda prohibida la instalación y utilización de equipos de reproducción o amplificación sonora o audiovisual, las actuaciones en directo y las actuaciones en directo de pequeño formato, tanto en los espacios de titularidad y dominio público como en los espacios de titularidad privada de uso público.
Sanciones que van desde los 600 hasta los 15.000 euros
Las multas por cometer infracciones en la actividad hostelera, dependiendo de cada caso, oscilan entre los 600 y los 15.000 euros. Las faltas leves podrán sancionarse con un simple apercibimiento —excepto en caso de reincidencia— o con multas de entre 600 y 3.000 euros, mientras que las infracciones graves supondrán sanciones económicas de entre 3.001 y 6.000 euros, y las muy graves podrían llegar hasta los 15.000 euros.
El régimen sancionador contempla que la acumulación de tres infracciones leves o dos graves podrá conllevar la retirada de la licencia para instalar terrazas, así como la imposibilidad de volver a solicitarla durante un periodo de entre seis meses y un año. En caso de una infracción muy grave, esta sanción accesoria podría extenderse de uno a dos años.
Con esta ordenanza termina así, dijo este jueves Felipe Arias, “un arduo trabajo de diálogo con todas las partes para alcanzar el equilibrio entre el derecho al descanso y la tranquilidad de los vecinos y la actividad de los empresarios, con las repercusiones para el empleo, la economía y la promoción de la ciudad que ello supone”. Un equilibrio, insistió el portavoz, “en el que todos hemos tenido que ceder, incluido el Ayuntamiento, para conseguir proteger a los vecinos y a los empresarios y acabar con una situación insostenible, además de peligrosa, porque mantenía los veladores en un limbo jurídico”.
La nueva ordenanza, "aporta seguridad jurídica a los vecinos, los hosteleros y el propio Ayuntamiento, estableciendo normas claras sobre permisos para veladores, horarios, espacios acotados, números de mesas o límites de aforo, además de otras cuestiones relativas a la calidad, imagen y estética del mobiliario", finalizó el edil.
También te puede interesar
Lo último