historias del verano

Un baño para refrescarse del calor

  • lLos baños en la Ría eran lo más habitual para quienes no tenían posibilidades para desplazarse a la playa

  • Los esteros constituían una buena opción para mitigar las altas temperaturas

En tiempos de calor lo mejor es refrescarse. En la época de la fotografía que hoy publicamos pocos tenían agua corriente en sus casas no ya para darse un baño sino para beber. Eran tiempos en los que no existían los campamentos urbanos pero sí las colonias escolares en la Playa de Punta Umbría, a donde lamentablemente no podían ir la mayoría de los onubenses.

Pero lejos de lamentarse de esa situación, lo que la ciudad disponía era de una Ría y esteros donde poder darse un chapuzón o al menos refrescarse cuando el termómetro alcanzaba grados no soportables.

Hoy no es aconsejable bañarse en las fuentes por las enfermedades que se pueden coger

La fotografía procede de una postal editada a principios de siglo XX por la casa Purguer & Co de Múnich. Se trataba de unas magníficas reproducciones fotográficas que eran coloreadas con gran fidelidad, ofreciendo una imagen en tonos pastel. Una postal que con el nombre de La Pescadería reproducimos en nuestra publicación La Ría de Huelva.

La imagen viene en este tiempo de calor y en ella aparece un grupo de niños que se daban su chapuzón en las aguas del estero del Caño del Dique. Era una entrada de la Ría paralela al muelle de la Compañía de Río Tinto. Es la entrada que ahora se ha cegado definitivamente con la llamada unión del Paseo Marítimo y el Muelle de Levante. De esta forma se pierde esa ventana natural de la Ría, en la que uno se podía remojar los pies en esta época del verano.

Una forma más barata de bañarse que utilizar los baños flotantes que existían en medio del río, en los que había que pagar, tanto por el traslado en barcos como por el de las instalaciones.

La fotografía sin duda llama bastante la atención. Una imagen olvidada en la que se puede ver el edificio de la antigua Pescadería, que es la misma que da nombre a la barriada, hasta donde llegaban los barcos a vela que recorrían la Ría y salían a la costa a pescar.

Nada que ver esta foto con la de la Plaza de las Monjas, pero también estas niñas desean refrescarse mojándose las piernas. Lo cierto que ahora pueden provocar más problemas estos baños en las fuentes públicas que entonces en la Ría, pues el agua estancada necesita tratamientos para evitar enfermedades. Así que lo mejor es reivindicar en los parques y plazas unas fuentes con chorros para disfrutar de un poco de agua en estos días de mucho calor. Y si no, el microclima de agua pulverizada que al menos refresca el ambiente, pero es para zona de bares y restaurantes.

Así que en este tiempo refrescarse en las fuentes públicas no está recomendado y los baños que se daban en esta zona de la Ría se perdieron.

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