El Banco de Alimentos advierte de "baja sensibilización y solidaridad" ante el preocupante descenso de donaciones de hasta el "40% en lo económico"

Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente de la entidad, lamenta que "las donaciones físicas han descendido alrededor del 10% y las económicas un 40%"

Aparece un horizonte de esperanza en una ley que entrará en vigor en abril de 2026 para evitar el desperdicio alimenticio

Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente del Banco de Alimentos, en la nave de la entidad.
Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente del Banco de Alimentos, en la nave de la entidad. / Josué Correa

"La gente ha perdido, en mi opinión, sensibilidad", lamenta Juan Manuel Díaz Cabrera, presidente del Banco de Alimentos de Huelva, una entidad que atraviesa un bache en mayúsculas en una época complicada. Las donaciones "han descendido alrededor del 10% en las donaciones físicas de alimentos y del orden del 40% en lo económico", lo que deja una imagen inusual de varias estanterías vacías en una nave que antes se mostraba completamente llena. Este revés en las donaciones les ha pillado por sorpresa.

"No lo esperábamos, estábamos aspirando a que subiéramos respecto al año pasado y teníamos como objetivo llegar a 150.000 kilos, que es una cifra que hemos conseguido años atrás", pero no ha podido ser. Este llamativo descenso en las donaciones, valora el presidente de la entidad, tiene unas consecuencias "importantes y graves", ya que se suma a una disminución de entrada de alimentos que están experimentando en todos los Bancos de Alimentos de España al no contar con la aportación por parte del Plan FEAD (Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecidos) desde el año pasado y que aportaba a esta organización onubense en torno a 700.000 kilos de alimentos no perecederos que ya no reciben. También ha descendido los alimentos perecederos que recibían del campo español "que recibían una subvención para mandar el excedente a los Bancos de Alimentos, pero ha habido una disminución en la subvención y prácticamente los agricultores no nos dan excedentes, no tenemos".

Esta disminución en las aportaciones se ha hecho notar también durante las dos Grandes Recogidas que organiza el Banco de Alimentos, aunque Díaz Cabrera justifica este descenso por tres factores: "la falta de voluntariado para poder garantizar que en todas las tiendas haya presencia física, la subida de los precios que estamos sufriendo todos en nuestros hogares, y la tercera razón es que yo creo que pasamos por una época de baja sensibilización respecto a las necesidades de la gente y, por tanto, de la solidaridad". Aquella que se materializó tras la pandemia, momento en el que todos se volcaron en ayudar a quienes lo estaban pasando mal, pero una vez normalizada la situación "parece que baja el nivel de solidaridad de la gente", algo que puede estar empujado porque "no se ve nada del mundo de la pobreza", y por esta ceguera la gente no se moviliza.

"Un amigo mío me decía que cuando mejor se vive se es menos generoso con las donaciones. A veces quien tiene necesidades, que vive regular o está apretada es más generosa que gente que tiene más posibilidades", reflexiona Díaz que está al frente de una entidad que ayuda a 10.000 personas, una cifra que, aunque ha descendido en comparación cuando atendían a 20.000, sigue siendo desorbitada. El presidente incide en que no hay que olvidar que "otras ONGs tienen otra población a la que dan, por lo que no hablamos de que en Huelva haya 10.000 necesitados, hay muchos más".

Varias estanterías vacías en la nave del Banco de Alimentos.
Varias estanterías vacías en la nave del Banco de Alimentos. / Josué Correa

Juan Manuel Díaz encuentra un horizonte de esperanza en una ley que entrará en vigor en abril de 2026 para evitar el desperdicio alimenticio para "que no se tire lo usable por el ser humano, por los animales o para hacer abono". Una cadena entre productores y los Bancos de Alimentos para que estos reciban esos alimentos que puedan ser repartidos a la sociedad más desfavorecida. Pero hasta que ese momento llegue se nutren de la solidaridad de los vecinos de Huelva.

Donar en el Banco de Alimentos es tan sencillo como acercarse hasta sus puertas en el Polígono Pesquero Norte, en la calle Palangre, con la comida que se puede donar o hacer un par de clics en su página web. También puede colaborarse a través de donaciones económicas en forma de transferencia o Bizum e incluso a través de las propias tiendas durante las Grandes Recogidas. "El dinero jamás pasa por nuestras manos, si no que lo tiene siempre la tienda hasta que se lo canjeamos por alimentos", asegura el presidente de la entidad solidaria.

Varios voluntarios ayudan a clasificar los alimentos que han recibido.
Varios voluntarios ayudan a clasificar los alimentos que han recibido. / Josué Correa

Otra forma de colaborar es echando una mano haciéndose voluntario en la entidad. Juan Manuel asegura que se ha hecho notar el descenso entre los voluntarios, tanto de los estables como de los que son a demanda. Los primeros están durante todo el año, "no es que vengan toda la semana, pero si están todo el año para cosas que ocurran", detalla el presidente. Cada alimento que se dona debe clasificarse y prepararse para ser enviado, para ello hacen falta muchas manos dispuestas a ayudar, y en el Banco de Alimentos están abiertos siempre a la gente solidaria. El otro tipo de voluntariado es el que se presta para momentos puntuales, para "campañas fuertes de recogidas" como las que se organizan en primavera y otoño en toda la provincia.

Fijos actualmente hay "40 o 42 más o menos", una cifra ínfimamente muy inferior a los voluntarios a demanda que han participado en la Gran Recogida de noviembre, en la que "han sido 1.500 aproximadamente", una cifra que puede parecer alentadora, pero que en la práctica se queda escasa, ya que la última campaña estuvo presente en 182 comercios de 52 municipios de toda la provincia de Huelva. "Invito a todas las personas que están prejubiladas o jubiladas, pero con salud y que crean que pueden darle dos días a la semana o algo parecido al Banco a que vengan y nos vean, que hablen con nosotros y les digamos qué les podemos ofrecer", alienta el presidente de la entidad.

Varias cajas de donaciones que han recibidco en la nave del Banco de Alimentos.
Varias cajas de donaciones que han recibidco en la nave del Banco de Alimentos. / Josué Correa

El año pasado el Banco de Alimentos de Huelva cerró el año repartiendo algo más de 2 millones de kilos de alimentos, "pero este año desgraciadamente va a ser seguro inferior". Con estas palabras, la entidad advierte de una realidad que preocupa: la demanda sigue creciendo mientras que las donaciones no alcanzan el ritmo necesario. Aun así, el Banco de Alimentos mantiene su compromiso de seguir trabajando cada día para que ninguna familia quede desatendida, confiando en que la solidaridad de la ciudadanía permita revertir este bache.

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