El Ayuntamiento de Huelva adelanta un año más la recogida de naranjas para retirar alrededor de 100 toneladas
Entre diciembre y febrero se prevé retirar la fruta de aproximadamente 4.000 árboles de la ciudad
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El Servicio de Parques y Jardines de la concejalía de Infraestructuras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva ha iniciado esta semana la campaña de retirada de naranjas en los árboles de la ciudad. Se adelantan así, un año más, unos trabajos que tradicionalmente solían comenzar en enero, al acabar las Navidades, pero que el nuevo equipo de Gobierno ha anticipado a diciembre, con la intención de retirar la fruta más madura, principalmente en las zonas más transitadas durante las fiestas, para evitar las consecuencias de su caída.
La concejala responsable del Área, Mariló Ponce, ha explicado que “con la maduración del fruto, las naranjas que caen al suelo suponen un riesgo para los peatones, por los resbalones y tropiezos, pero además ensucian las calles, dificultando su limpieza, incitan al vandalismo y generan malestar entre los vecinos”. Además, ampliando la campaña, apunta la edil “pretendemos cubrir casi la totalidad de ejemplares, unos 4.000 naranjos de los casi 6.000 que hay repartidos por toda la ciudad”.
La organización de los trabajos se establece en función del estado de maduración del fruto y del tránsito y afluencia de personas en las calles, especialmente durante estas fiestas. De esta forma, se ha comenzado a trabajar en la zona peatonal del Casco Histórico, Pablo Rada, Méndez Núñez, Puerto o Santa Fe, para avanzar después por San Sebastián y preparar la zona de cara a la procesión del Patrón y seguir barrio a barrio, hasta cubrir toda la ciudad.
Entre diciembre y febrero se prevé retirar unos 100.000 kilos de fruta, ya que se calcula una media de 25 kilos de naranja amarga por ejemplar. La empresa adjudicataria del servicio es la responsable de dar salida a la fruta recogida.
Además, los trabajos se compatibilizarán con la poda de la arboleda. Se trata de podas muy controladas, de clareos y reducción de copas exclusivamente en aquellos ejemplares que supongan una grave molestia para los vecinos o el tráfico de la ciudad, porque la intención es favorecer el crecimiento natural del árbol para facilitar que florezca el azahar y recuperar la imagen perdida en Huelva en los últimos años, de los naranjos en flor.
Una vez más, como apunta la concejala “se trata de ser lo más respetuoso posible con los árboles, para naturalizar la masa vegetal y avanzar hacia una ciudad más sostenible y verde”.
¿Qué uso le darán a las naranjas
Las naranjas de los árboles que decoran las calles y plazas de cualquier localidad no son aptas para el consumo humano. El motivo principal es que puede resultar contraproducente para la salud, ya que al estar expuestas en entornos que no debe, su piel absorbe todos los gases y productos tóxicos derivados de la polución que le rodea.
Aunque los expertos recomiendan tomarse la fruta entera en lugar de en zumo, este tipo de naranja es muy amarga y se suele emplear en vertederos autorizados y de gestión controlada para la fabricación de compost y cosméticos, en explotaciones ganaderas, en el abono que sirve para la alimentación de ganado caprino.
Concretamente se suele usar en la elaboración de mermeladas, tés, perfumes y aceites esenciales, como ocurre con otros frutos o flores, ya que realmente contiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y bactericidas. Y es que en el caso de Huelva, de la gran cantidad recolectada en otras ocasiones, más de 100.000 kilos de naranjas procedentes de unos 2.000 de la capital onubense se destinarán principalmente a la elaboración de mermelada amarga.
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