Un avión acrobático 'made in' Huelva

Su pasión por la aviación y los vuelos acrobáticos ha llevado a Joaquín Martín a construir su propio avión, un One Design. Martín, que se dedica profesionalmente a la aviación agroforestal, se enroló en esta aventura en enero de 2008. Adquirió el material en EEUU y se puso manos a la obra en una nave en San Juan del Puerto, trasladándose posteriormente a las instalaciones del aeroclub de Niebla, donde, en sus ratos libres, continúa dando forma a la aeronave. Explica que necesitaba un espacio donde hubiera estabilidad de temperatura y un grado de humedad adecuado.

Construye su avión siguiendo los planos del modelo estándar del acrobático seleccionado en un concurso de diseño de Estados Unidos. Se trata de un diseño de Dan Rihn, basado en técnicas de construcción básica (el fuselaje es de tubo de acero y las alas, de madera encolada con resina), en el que Martín ha introducido algunas variantes como es el caso de la hélice -ha optado por una de paso variable en vez de fijo- y del motor -un titán de 0-360, con una potencia de 210 caballos.

Actualmente, la aeronave se encuentra al 90% de ejecución. Las previsiones de Martín son de que esté lista en 2014. Su ilusión es poder probarla en Niebla. Realizar el primer vuelo con su One Design desde las instalaciones del aeroclub, en las que hace unos quince años puso en marcha una Escuela de Vuelo, pero para ello sería necesario ampliar la pista. "Estoy en conversaciones con el Ayuntamiento".

Desde pequeño le ha fascinado la aviación -con nueve años se inscribió en la Escuela de Aeromodelismo de Valladolid- y disfruta con la acrobacia aérea. Fue subcampeón de España en 2010 en categoría elemental, participó con un avión de 1941, propiedad de un amigo, que lo reconstruyó hace seis años, y en 2011 quedó sexto en categoría deportiva, también con "un avión prestado, más primario y menos competitivo" que el que se está construyendo. Señala que se ha metido en este proyecto por la "satisfacción" de conseguir el reto de realizar su propio avión "y poder volarlo después".

No es la primera vez que Martín prueba como fabricante amateur de aviones. Sus inicios se encuentran en un J1-B Don Quijote, diseñado por Jeroslak Janoski. Ya había realizado el fuselaje y las alas del aeromodelo cuando decidió abandonar el proyecto. Está decidido a donarlos a aquel que lo quiera terminar "con garantía de que va a hacerlo". Se trata de un avión que no vuela en invertido y no sirve para hacer acrobacias y él lo que quiere ahora es competir en esta modalidad aeronáutica, de ahí que se centre en el One Design.

Apunta que para construir un avión "tienes que dominar algunas técnicas, saber un poco de todo" ya que se trabaja con distintos materiales (hierro, aluminio y madera), y paralelamente "hay que fabricar el utillaje".