Los tres jovenes que murieron este martes en el incendio de su vivienda en Isla Chica lo hicieron por inhalación de humo y no por quemaduras, tal y como ha confirmado la autopsia realizada este miércoles a dos de los tres jovenes. 

Así lo ha confirmado la subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, en declaraciones a los medios en el minuto de silencio que se ha llevado a cabo en el Campus del Carmen de la Universidad de Huelva. Parralo ha hecho hincapié en el cúmulo de errores humanos que llevaron fatidicamente al trágico desenlace, entre ellos el uso del brasero "algo muy enraizado en nuestro ADN pero que conlleva un importante riesgo dado que los tejidos son de por si muy inflamables".

Visiblemente afectada, la subdelegada ha explicado que los tres jovenes fueron evacuados por los bomberos aún con vida. "En ningún caso presentaron quemaduras y esperemos que, dentro de lo malo, la muerte les sobreviniera de manera suave y plácida". Serán los forenses quienes finalmente verifiquen la causa final de la muerte aunque, según la representante del Gobierno, "todo apunta a que la causa fue la asfixia". 

Tras el resultado de las autopsias, el Instituto de Medicina Legal está tramitando el traslado los restos mortales de los tres jovenes a la ciudad de origen de cada uno de ellos, en este caso Lebrija, en Sevilla, y Badajoz. En el caso de la víctima de Huelva, su familia ha decidido que sea incinerada. Familiares y amigos podrán dar su último adios en el tanatorio de la capital.