Un atractivo oasis de luces y colores

Los feriantes excusan la poca afluencia al parque de atracciones por las bajas temperaturas y la crisis económica, aunque esperan mejor suerte para la última jornada.

Viandantes paseando por una de las calles del recinto ferial en la noche de ayer.
J.Hierro

04 de agosto 2014 - 01:00

EL nuevo recinto sobre el que se levantan las Colombinas cumple su tercer aniversario entre alegrías y lamentos. Cada año el escenario de Música junto a la Ría se viste de gala con reconocidos artistas del panorama musical que magnetizan a los primeros visitantes en el inicio de las veladas festivas. Las casetas arrancan con nervios y escepticismo las primeras noches y las convierten en ilusión y alivio en las últimas cenas y sobremesas de madrugada. La austeridad, sin embargo, se ceba siempre con los feriantes, que añoran los tiempos del antiguo espacio.

Las aglomeraciones habituales por las calles centrales abren paso este año a un parque de atracciones que inunda de música y luces un páramo de lo que otrora fuese, lejos del Tiro de Pichón, un gran afluente de familias y jóvenes disfrutando de los inmortales cacharritos. La voluntad de los padres más valientes permiten que por arreones los feriantes no apaguen sus máquinas.

Los lamentos más destacados se excusan en la redundante crisis y en el inesperado clima que enfría, aún más si cabe, la arteria principal del parque y sus recovecos. Los comerciantes se resignan a esperar que para la última jornada el ánimo del fin de fiesta de un vuelco a la situación que eleve las expectativas a los cielos de la particular montaña rusa de afluencia en la que viven estos días.

Pepe Esteban, Pepito, espera impaciente que los niños acudan a divertirse al Aladín, la atracción más barata de la feria, aunque su esperanza está abatida, puesto que su calle es la más castigada por el anecdótico tránsito, y no comprende "por qué tengo que pagar lo mismo que el que está en la calle principal". El año pasado, su trabajo en la feria le permitió "sobrevivir", puesto que ingresó la misma cantidad de dinero que tuvo que abonar antes del comienzo de las mismas, un total de 2.400 euros por colocar su negocio en la feria.

Aires ligeramente más optimistas se respiran en los alrededores de la tómbola El Rocío, donde el frío no desanima a los viandantes que, como nos asegura su encargado, Manolo Fernádez, "conocen la tómbola desde siempre" y aunque reconoce que la afluencia no ha sido idónea, espera que el aumento de las temperaturas previsto para esta noche anime el curso de visitas por su negocio.

A pesar del agrietado marco de la crisis, los grandes atractivos de la feria siguen coloreando el cuadro de entusiasmo. El antiguo Booster, hoy Gigant XXL, lidera el podio de las atracciones más demandadas, seguida del mareante Inverter y, cómo no, el Barco Pirata, que en la presente edición de las fiestas balancea sus jaulas orientadas a la majestuosa noria, gran seductora de las miradas de curiosos y valientes que se atreven a dar una vuelta en ella.

El alcalde, Pedro Rodríguez, manifestó ayer, visiblemente orgulloso, que "el día grande de las fiestas es el día más importante del año". "Del descubriminto de América se desprenden valores de la idiosincrasia de los onubenses", añadió. En relación al apartado de espectáculos comentó satisfecho que "las actividades transcurren con normalidad y durante las jornada del viernes, sábado y domingo miles de personas acudieron al espacio de conciertos, que han sido un rotundo éxito".

El broche final a las fiestas de este año lo pondrán Sergio Dalma sobre el escenario de Música junto a la Ría y Juanito Makandé, que animará la madrugada en el Espacio Fiesta. Todo está preparado para que Huelva eche el cierre a las Colombinas 2014.

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