En agosto de 2006 hubo gritos, angustia y miedo. La última noche de las Fiestas Colombinas de hace 17 años podría haberse convertido en una tragedia cuando una de las atracciones del recinto llamada Take Off sufrió una avería.

Esta especie de olla giratoria estaba perdiendo aceite, debido a que el latiguillo de alimentación de la atracción se había desconectado de su posición. La pérdida de aceite llevó a la pérdida de presión. La tragedia se evitó porque el fallo comenzó a producirse cuando la atracción estaba cerca del suelo y el propietario pudo pararla al momento para evitar males mayores.

32 personas fueron heridas, y aunque fue de carácter leve, tuvieron que ser evacuadas a los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena para recibir asistencia. Hubo una rápida actuación por parte del dispositivo de emergencias, en el que participaron el 001, Protección Civil, Bomberos del Ayuntamiento, y agentes de la Policía Nacional y Local.

El accidente ocurrió pasadas las 2:30 de la madrugada, después del concierto del onubense Sergio Contreras.

La Policía Judicial se hizo cargo de la investigación, concluyendo que el origen había sido un fallo mecánico y desestimándose cualquier tipo de responsabilidad penal por parte de la empresa, aunque esto tuvo que ser ratificado por los tribunales. Declararon que el fallo se produjo sin ningún tipo de intervención humana, debido a la rotura de un codo metálico que actuaba como transmisor de fuerza al aparato a través de un sistema hidráulico.

La atracción contaba con el certificado de validez expedido para la feria, un seguro de responsabilidad civil por 1,2 millones de euros y el certificado acreditativo de que se encontraba en perfecto estado.

La totalidad de los heridos, con edades comprendidas entre los 11 y los 28 años presentaron contusiones, latigazos cervicales mayoritariamente. Todos fueron dados de alta pocas horas después excepto una chica de 20 años con severas contracturas. Ella recibió un fuerte impacto porque era parte de los pasajeros situados en la zona más elevada de la atracción y tuvo que estar hospitalizada varios días.

Los usuarios afectados pudieron presentar reclamaciones.