Esto es arte: deportivo y flamenco
Lograr éxitos deportivos no es fácil. Por eso tiene un mérito extraordinario el segundo puesto conseguido por las niñas del equipo de baloncesto benjamín del Colegio Teresianas, que iniciaron la competición de los Juegos Deportivos del Ayuntamiento de Huelva sin haber jugado nunca al baloncesto.
"Empezamos a entrenar en octubre", nos cuenta su entrenadora, Marta Martín. "Yo era la primera vez que entrenaba y las niñas... la primera vez que jugaban. En el último entrenamiento, antes de comenzar la competición, hice de árbitro para que fuesen asociando las reglas, pero los primeros partidos fueron desastrosos. Hubo partidos que nos "forraron", pero lo mejor fue la ilusión con la que volvían a entrenar. Después aprendieron a colocarse en el campo y la cosa fue mejorando mucho, hasta acabar segundas, que para nosotras ha sido todo un éxito. La verdad es que estamos todas muy contentas de la progresión. Todavía les cuesta un poquito manejar el balón con la izquierda, pero hay alguna que destacan para la edad que tienen".
Ahora, para celebrarlo, el viernes han quedado todas en el Burguer King para comer y, después, ir al cine. Todo un "planazo", merecido.
Rocío Fernández tiene el flamenco metido en las venas, "porque el flamenco es un arte que se tiene que sentir, para poder transmitirlo. Puedes ser un portento técnico, pero sin sentimiento no se conecta". Comenzó desde muy niña, "porque mi padre y mi abuelo cantaban" y ella se contagió de forma absoluta: canta, baila y crea sus propias coreografías, "porque me gusta ser personal, darle mi toque, y eso sólo se logra creando, pero lo que más me apasiona es el baile".
Rocío empezó a tomar clases desde muy niña, con 6 años, y posteriormente alternó esas clases con las que comenzó a impartir ("eso me obligó a saber crear, haciéndome crecer como coreógrafa) y, en la actualidad, imparte clases y crea sus espectáculos. Lo curioso es que la Escuela de Arte Flamenco "Los Cabales" en la que comenzara a tomar clases de su gran maestra, Alejandra Romero, ha pasado ahora a sus manos y "este es el primer año que tengo la Escuela a mi cargo".
Rocío estudió danza española, solfeo y arte contemporáneo y ahora está inmersa en dos proyectos: Escríbeme a la Tierra, obra lírico-flamenca en homenaje a Miguel Hernández, y Alma de madera, obra de guitarra flamenca con muchas colaboraciones de cante y baile. "Además estoy inmersa en el espectáculo de fin de curso de mi Escuela, que se llama Con el Alma y se presentará el próximo día 30 en el Gran Teatro. Aprovechando que el flamenco ha sido designado Patromonio Artístico de la Humanidad, será un pequeño homenaje a los artistas flamencos de Huelva.
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