Huelva Paranormal

Una aparición en la carretera de Mazagón a Matalascañas

  • La historia que hoy les quiero contar viene muy al hilo del verano y de las experiencias que se pueden tener, algunas hasta de tipo paranormal y/o inexplicable

Una aparición en la carretera de Mazagón a Matalascañas.

Una aparición en la carretera de Mazagón a Matalascañas.

Hoy nos encontramos en una localidad popular de Huelva como es Mazagón, en pleno verano. Pasando unos días de vacaciones en un apartamento familiar se encontraban nuestros dos protagonistas, Carmen y Javier. Como en otros veranos, habían decidido llegarse a la vecina localidad de Matalascañas a visitar a unos amigos y pasar una agradable velada, así que tomaron la carretera que une ambas localidades y disfrutaron de una noche en un clima incomparable.

“Serían las once y media de la noche cuando decidimos regresar por la misma carretera. Veníamos charlando Javi y yo sobre cómo pasa el tiempo y esas cosas cuando vimos que, a lo lejos, había una persona caminando por el arcén. Era una chica que estaba andando y pensamos que ni eran horas ni era sitio por el que estar a esas horas y menos tal y como están las cosas. Le dije a Javi que parara y que le dijéramos de llevarla hasta Mazagón, pues iba en esa dirección”, decía Carmen, con la emoción a flor de piel.

“No venía nadie y paramos a un lado con cuidado delante de ella, cuando pasó junto a la ventanilla la bajamos y le dijimos que se subiera que la acercábamos a Mazagón, pues hay un buen trecho. Pensamos que, igual estaba por alguna casa de por allí, de alguno de los caminos que salen de la carretera. La chica iba bien vestida, tendría unos 20 o 22 años, no más, o eso aparentaba. Unos vaqueros claros y una blusa blanca con transparencias, pero sin ser nada descarada ni provocativa. El pelo suelto y morena. Se subió atrás y le dijimos que pararíamos cuando ella nos dijera”, proseguía Carmen.

“Fue en un tramo de la carretera cuando la chica dijo: cuidado con esta parte, que allí delante hay un coche negro con las luces apagadas y te vas a chocar. Fue decirlo y aminorar un poco. Metimos las luces largas y entonces vimos cómo a unos 50 metros, no más, había un coche parado casi en el centro de la carretera. Era un Opel. El volantazo fue evitable, pero nos salvamos porque la chica dio la alarma. Yo me giré para darle las gracias y preguntarle cómo sabía que allí había un coche… Fue  en ese momento cuando vimos que atrás no había nadie. Nuestro coche no había parado y no se había bajado nadie, claro. ¿Dónde estaba la chica? Yo no lo sé, pero si sé que si no llega a avisar nos hubiéramos estrellado con aquel otro coche” concluía Carmen.

Sucesos poco explicables que podrían ser tildado de “leyenda urbanas” salvo por aquellas personas que han tenido encuentros con este tipo de aparición y han salvado la vida gracias a ello.

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