Un aparatoso incendio obliga a cortar el tráfico en El Conquero
El bar Mandala tuvo que ser evacuado y la barriada de San Antonio se vio envuelta en una densa y negra nube de humo · El origen estuvo en la ladera del cabezo
Un aparatoso incendio sembró la inquietud, e incluso el miedo, a última hora de la tarde de ayer. En una nueva ocasión, los cabezos fueron pasto de las llamas y los bomberos tuvieron que dedicarse a fondo para extinguir las llamas. La intensa humareda afectó a la barriada de San Antonio, mientras que los vecinos de Las Colonias fueron los primeros en ver cómo las llamas se extendía por la ladera, ayudadas por el intenso viento.
A las 21:30 llegaba a la Policía Local una llamada advirtiendo de que se había declarado un incendio en una de las laderas del cabezo. El lugar exacto era justo debajo del repetidor del Conquero. Advertidos asimismo los bomberos, se desplazaron hasta el lugar 3 vehículos y 10 efectivos que se desplegaron en diferentes enclaves. Algunos de ellos combatieron las llamas ascendiendo desde Las Colonias, mientras que otros estaban ubicados en la avenida Manuel Siurot, previendo el rumbo que tomaba el fuego y su posible evolución.
La alerta se extendió hasta la barriada de San Antonio, donde el cielo cambió el brillante azul de la jornada de ayer, por un intenso y oscuro gris. Esto se acompañó con una lluvia de ceniza que fue depositándose en las terrazas y en las calles de la zona al mismo tiempo en que la respiración se hacía difícil. No tenía nada de extraño todo esto. El fuerte viento de la tarde venía de Poniente, con lo que tanto las llamas como el humo se encaminaban hacia esa parte de la ciudad, superando el obstáculo natural que supone El Conquero.
Arriba de éste las cosas no iban mejor, sino todo lo contrario. La Policía Local se vio en la tesitura de tener que cortar el tráfico por Manuel Siurot. Fue lo más acertado teniendo en cuenta que el intenso humo convertiría en peligrosa la conducción por esta arteria y, en segundo lugar, por la cercanía de las llamas que en un momento determinado lograron, según indicaron varios testigos, cruzar el firme de esta avenida y pasar a la acera donde se encuentra la Residencia San Pablo. Atrás quedaba el bar Mandala, que tuvo que ser evacuado por la Policía.
Al otro lado, en la ladera que da a Las Colonias, seguían afanándose algunos de los bomberos en combatir las llamas. El viento seguía siendo el enemigo más importante. No se trataba de un incendio de extraordinarias dimensiones, para las ráfagas hacían que las llamas menguaran y crecieran una y otra vez, consiguiendo que éstas adquirieran en determinados momentos, una gran altura. Desde las llamas principales surgían distintas chispas, transportadas por el viento , que a su vez iniciaban nuevos focos. En esta zona de la ciudad, un hombre se lamentaba de haber perdido un vehículo y algunas de las pertenencias que mantenía en la ladera.
El siniestro duraría hasta entrada la noche, dejando el temor metido en el cuerpo a quienes habían sido testigos de las llamas o habían visto cómo el cielo se teñía de negro y la respiración se hacía difícil.
El problema de los incendios en las laderas de los cabezos viene de lejos. De hecho, las denuncias por el abandono y suciedad se han ido sucediendo en los últimos años, a instancias de los vecinos que aún viven en sus laderas y por parte de colectivos ecologistas que reclaman protección para uno de los patrimonios naturales más valiosos de la ciudad.
El Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan preventivo con los servicios de limpieza y extinción de incendios, abarcando un ámbito de 100 hectáreas, incluyendo el Parque Moret. Entre otras medidas, el plan incluye quemas de pasto controladas, habilitar accesos para emergencias y una serie de requerimientos desde Urbanismo a los propietarios de los terrenos del entorno.
De hecho, y en lo que llevamos de año, ya el pasado mes de marzo se registró un incendio en el cabezo del Conquero en una zona de pastos y cercana al instituto Diego de Guzmán y Quesada. En aquella ocasión no tuvo que realizarse ningún desalojo.
La altas temperaturas que se produjeron esta primavera y la escasez de lluvias favorecieron que las llamas ya se extendieran en aquella ocasión.
El pasado año se contabilizaron hasta cinco incendios en el cabezo, que arrasaron unas diez hectáreas.
El tema ha sido asimismo, motivo de debate político en el Ayuntamiento de la capital.
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