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20 años de emociones

  • El Teatro de Valverde abrió el telón hace dos décadas y ha transformado la vida cultural de todo un pueblo con producciones propias y funciones de grandes capitales

20 años de emociones

20 años de emociones / Archivo

Cuando en 2002 el Teatro Puerta del Andévalo abrió sus puertas, Valverde del Camino creó un cordón que lo unía a las ciudades con posibilidades de ofrecer una programación cultural de primer orden. Por aquel entonces el teatro carecía de nombre de pila, era el Teatro Municipal de Valverde hasta que en 2012 ya fue bautizado como lo conocemos hoy, como ese postigo que invita a todo un territorio a cruzar sus muros para disponerse a soñar.

El edificio, de una sencillez exquisita, es obra del arquitecto José Ramón Moreno, y resalta su enorme cubo escénico libre de artificios sobre el que se precipita la parte superior del patio de butacas. La entrada no podía ser más andaluza, ya que el teatro recibe a los espectadores a través de un patio de naranjos interior desde el que se accede al vestíbulo; de ahí a la platea solo hay unos pasos justo antes de que la propuesta escénica, musical o visual, lo sumerja en el universo de las emociones.

El oboísta y director de orquesta valverdeño Lucas Macías. El oboísta y director de orquesta valverdeño Lucas Macías.

El oboísta y director de orquesta valverdeño Lucas Macías. / Archivo

El teatro de Valverde, inaugurado en julio de 2002 por el alcalde de ese momento, José Cejudo, y por el que fuera presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, supuso una aceleración cultural tanto para quienes demandaban espectáculos de calidad que obligatoriamente tenían que desarrollarse en espacios con unas mínimas condiciones técnicas, como para los artistas locales, que tenían la posibilidad de asumir retos que antes no se les podía ni tan siquiera pasar por la cabeza.

En este sentido, la alcladesa de Valverde, Syra Senra, reconoce que “el pueblo vivió una eclosión cultural no solo en el teatro, sino porque existía el teatro; porque Valverde disponía de un espacio adecuado para propuestas escénicas que anteriormente apenas se podían soñar por carecer de esta infraestructura cultural”.

Producción Propia La Rosa del Azafrán, de la Banda y la Coral. Producción Propia La Rosa del Azafrán, de la Banda y la Coral.

Producción Propia La Rosa del Azafrán, de la Banda y la Coral. / VALECA

Syra Senra recalca que “ahora vemos muy normal que el extraordinario potencial artístico que tiene Valverde del Camino a través de sus asociaciones culturales, del Conservatorio de Música Antonio Garrido Gamonoso, y de muchos talentos individuales nos hagan llegar sus propuestas en el teatro, que las piensen y que las trabajen pensando que van a tomar forma en sus tablas, pero hace 20 años no era así. El teatro supuso el estímulo imprescindible y esencial para que producciones propias como la zarzuela Los Gavilanes, de la Banda Municipal de Música y la Coral de la Real Agrupación Artística de Aficionados, o Jesucristo Superstar con voz y música en directo, se estrenaran dos años después de su inauguración con apenas meses de diferencia”.

Comparsa de la peña Amanecer. Comparsa de la peña Amanecer.

Comparsa de la peña Amanecer. / VALECA

Al talento propio de los vecinos y vecinas de Valverde se unió el respaldo del Ayuntamiento, que viene colaborando con las producciones propias prácticamente desde la apertura del teatro. En 2014 se representó la zarzuela ‘La rosa del azafrán’ y -más recientemente- en noviembre de 2021 Valverde se conectó con Argentina cuando la Banda Municipal de Música le propuso a los espectadores el espectáculo El Tango de Piazzola para conmemorar el Año Piazzola en el centenario del genial compositor. La banda lo hizo con su música, con pasajes de su vida, poesía y danza.

Quizá una de las expresiones artísticas que más público congrega y que más ha notado el cambio al teatro municipal sean las relacionadas con los carnavales. Comparsas, chirigotas y cuartetos, principalmente, experimentaron, primero con nostalgia y luego con enorme entusiasmo, cómo sus creaciones sonaban tal cual salían de sus gargantas, de sus guitarras, de sus cajas y bombos. Eran ellos y el público en esa caja de resonancia natural que es el cubo del teatro. Ahora eran ellos -y ellas en los últimos años- quienes sin filtros se exponían a romper los aplausos y a hacer levantar al público de sus asientos con pasodobles valientes y estribillos pegadizos.

Banda Municipal de Música. Banda Municipal de Música.

Banda Municipal de Música. / Archivo

Las agrupaciones del carnaval ganaron con su traslado al teatro no solo en calidad sonora, sino en puesta en escena. A todo ello, había que añadir que el concurso no se eternizaba con los enormes tiempos muertos de antes, en los que a veces, se invertía casi más tiempo en desmontar y montar telones entre agrupación y agrupación, que lo que estaba una comparsa o una chirigota en el escenario. Ahora son ya veinte años de calidad en el sonido y de infinitas posibilidades en la puesta en escena de cada propuesta.

Un espacio multifuncional

El Teatro Puerta del Andévalo no es solo un espacio pensado para las artes escénicas que allí se desarrollan como teatro, conciertos, danza o flamenco. Es mucho más. En su escenario, en sus camerinos, en su vestíbulo o en su Sala 2 tienen lugar jornadas y seminarios, audiciones del Conservatorio de Música, cursos, exposiciones, cine, galas, reuniones y clases de canto entre otras muchas actividades.

280 actividades, 20.000 participantes.

La alcaldesa de Valverde, Syra Senra, y el concejal de Cultura, Ismael Torrado. La alcaldesa de Valverde, Syra Senra, y el concejal de Cultura, Ismael Torrado.

La alcaldesa de Valverde, Syra Senra, y el concejal de Cultura, Ismael Torrado. / Archivo

Y es que la programación y la efervescencia de este recinto cultural es de tal magnitud que en él se desarrollan anualmente una media de 280 actividades de todo tipo a la que asisten cada año aproximadamente unas 22.000 personas. Mantener este nivel de exigencia tanto en calidad de propuestas como en cantidad de iniciativas requiere de un extraordinario esfuerzo de diseño de programación, y de despliegue técnico.

En este sentido, el concejal de Cultura, Ismael Torrado, ha reconocido la labor que lleva a cabo el personal técnico, que pone todo su esfuerzo y su talento al servicio de las compañías y las asociaciones que vienen, y del público que se sienta en el patio de butacas”. Torrado ha alabado la profesionalidad de quienes integran la plantilla del teatro, ya que "hay momentos en los que no existen horarios ni festivos”.