Las hemerotecas tienen ese poder de refrescar y conservar la memoria y custodian portadas que se remontan al año 1939 con titulares que ya hablan de la constitución de la Junta del Aeropuerto . Treinta años después, se anunciaba que sería Moguer la cuna de aquella revolución que nunca llegó. A las puertas de los ochenta, un particular, José Mafe, puso en marcha en Gibraleón un aeródromo concebido como "la primera piedra del futuro aeropuerto de Huelva". Luego llegaron los experimentos del Área Metropolitana del PP, allá por 2007, y que llegó a incluso a tener encargado un proyecto de viabilidad.

En paralelo, iba emergiendo otro proyecto aeroportuario, el de la Diputación Provincial alumbrado en la etapa de José Cejudo (PSOE) en alianza con la Cámara de Comercio, a través de la sociedad instrumental Aeropuerto Cristóbal Colón SA. Se formalizó en enero de 2004, aunque no es hasta 2008 cuando se logra que el Ministerio de Fomento publicase en el BOE la resolución por la que se admitía a trámite el proyecto, al considerar que se podía tratar de una infraestructura de interés general. Un año antes se enreda aún más la maraña aérea, cuando Fomento da luz verde al proyecto de un segundo aeropuerto, el promovido por la Sociedad Agrícola del Pintado SL, que finalmente queda descartado en 2011.

El Cristóbal Colón nace bajo el auspicio institucional y no es hasta el año pasado cuando la sociedad promotora cambia su tarjeta de embarque, justo once años después de su puesta de largo. Fue posible tras una ampliación del capital en 495.234 euros y la adquisición de las 103 acciones que se emitieron por valor de 4.800 euros cada una a la Sociedad Huelva Desarrollo y Progreso, que pasa a acaparar el 50,9% de la representación en el consejo de la sociedad (hasta entonces, el ente provincial poseía el 95% y la Cámara el 5%). Se daba así un fuerte espaldarazo al proyecto, que la falta de Gobierno en Madrid parece tener paralizado. Sólo queda que tras el 26-J se abra ese cajón y después de más de trece años, despegue.