125 años de afecto a los mayores

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El Asilo de Ancianos de Huelva fue inaugurado el 16 de marzo de 1884, una iniciativa de la Congregación del Santo Sepulcro que contó con las Hermanitas de los Pobres Desamparados que hoy lo rigen

El Asilo de Ancianos acoge en la actualidad a 165 personas en sus instalaciones de la avenida de Santa Marta .
El Asilo de Ancianos acoge en la actualidad a 165 personas en sus instalaciones de la avenida de Santa Marta .

31 de diciembre 2009 - 01:00

EL afán de un grupo de mujeres de finales del siglo XIX hará realidad la creación del Asilo de Ancianos de Huelva. Ahora se cumplen 125 años de aquella fundación que trajo hasta nuestra ciudad a las Hermanitas de los Pobres Desamparados, sería en el antiguo hospital de la calle San Andrés que se convertiría en asilo.

La historia arranca con la creación de la Asociación de Señoras Devotas del Santo Sepulcro y Soledad de María Santísima de los Dolores, advocaciones de la cofradía que se encontraba en la parroquia mayor de San Pedro a consecuencia del cierre de la ermita de la Soledad desde donde había sido trasladada. Será el cura ecónomo de San Pedro, Pedro Román Clavero, y el presbítero José A. Naranjo y Barea, quienes el 16 de mayo de 1875 remiten al Arzobispado de Sevilla unos sencillos estatutos con sólo ocho artículos que son aprobados, quedando erigida canónicamente la asociación el 30 de septiembre de ese año. Como alma mater de la misma estaba su presidenta, María del Pilar Melero. La actividad que realizaban eran cultos semanales en la capilla del Santo Sepulcro de San Pedro y la atención a los más necesitados con obras de caridad. La vida de las congregadas se acrecentaban y se vio la necesidad de reformar los estatutos en 1880, en los queda bien reflejado la atención a doce pobres cada viernes a los que se les dará de comer.

La cercanía con la Hermandad del Santo Entierro también va a quedar patente no sólo en los cultos en su capilla y los que dedicarán a la Virgen de los Dolores, sino que dos mujeres de la congregación participarán en la procesión acompañando al Santo Entierro. Incluso solicitaron en 1873 al Ayuntamiento de Huelva terrenos junto a la parroquia de San Pedro para constituir una capilla en culto y honor a la Soledad de María, que no se llega a hacer.

Lo más importante de aquellos estatutos es el deseo ya manifiesto de que "si la caridad de Dios permitiese que se aumenten los ingresos se aumentará también el número de pobres a quien ha de socorrerse hasta llegar al de setenta y dos, que es el de las congregadas y el de discípulos de Nuestro Señor y en aquellos llegasen a ser bastantes se acogerán los pobres en una casa que tomará el nombre de Madre de Dios".

Los deseos estaban y se harán realidad gracias a un décimo de lotería, al menos así lo cuenta la crónica de las Bodas de Oro de las Hermanas en 1923, de Joaquín Pelayo. Sí, Ramón Sierra, esposo de María del Pilar Melero, empleado de la Diputación de Huelva había conseguido un premio de la lotería. Será en una visita del matrimonio a un hijo suyo en el Seminario de Sevilla, cuando el rector del mismo, Silvestre Pérez Godoy, conoce el proyecto del asilo y les habla de las Hermanitas de los Desamparados.

Pero serán necesarias más ayudas, la primera la cesión del antiguo hospital de San Andrés en la calle de su nombre. Así lo solicita el 30 de enero de 1883 , y hablan del deseo de hacer realidad el asilo que "con la denominación de casa de la Madre de Dios en donde se alimentan y albergan los ancianos pobres y demás necesitados; habiéndose ya principiado a cumplir en lo posible esta parte de la caridad, con la limosna en pan que se viene dando en los viernes... Pero como muchos de ellos, y otros que se hallan en igual caso, necesitan un local en donde pasar el resto de sus días, aquí, en esta ciudad donde tan difícil les es proporcionárselo". El Ayuntamiento cede a lo solicitado el 7 de abril y ya se indica que no serán menos de doce los acogidos en el asilo. Pasará un año de preparativos y el 22 de febrero de 1884 llegan a Huelva las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. El acta de inauguración del Asilo de Ancianos se levanta el 16 de marzo de 1884. Una jornada que se abre con solemne función en la iglesia parroquial de San Pedro con asistencia de las autoridades. Pasará relativamente poco tiempo para que el asilo vaya necesitando ampliaciones gracias a la adquisición de viviendas colindantes. Pero con el tiempo se hará pequeño y el edificio de la calle San Andrés pasará a albergar al colegio Colón de los Hermanos Maristas. El nuevo asilo será bendecido el 9 de abril de 1944 en los terrenos de la zona de Las Tres Ventanas por el arzobispo de Sevilla Pedro Segura, celebrándose una procesión eucarística desde la antigua capilla en la calle San Andrés a la nueva. Será el 22 abril de 1953 cuando se inaugura la nueva capilla en el asilo de ancianos, que bendice el arcipreste Julio Guzmán López, en nombre del cardenal Segura por delegación de éste. Aquí se celebrarán con solemnidad los cultos a Santa Marta, que dará nombre a la avenida donde se ubica el asilo.

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