Ante el asedio de noticias preocupantes que a diario nos invaden, sólo nos resta esperar las vacunas, el maná sanitario que mitigará los efectos de este maléfico virus. Las empresas grandes y pequeñas, comercios de acreditadas firmas, las tiendas de barrio que son imprescindibles en la vida cotidiana, todos en mayor o menor medida sufriendo lo indecible, han sabido superar a través de los tiempos, las diferentes crisis que se les presentaban demostrando su capacidad de reacción y voluntad sin límites para resurgir el negocio.

Son los valientes emprendedores que en plena pandemia, necesitan sentirse queridos por los ciudadanos, que valoren el servicio personalizado que ofrecen a sus clientes, es primordial decirlo y reconocerlo. Esgrimir en estos momentos culpabilidades sobre la gestión de nuestros gobernantes no es acertado ni conveniente, el más de lo mismo descargando ira sobre un folio no está en el guión y es mejor obviarlo en este día especial de aniversario en la FOE.

Los lectores jóvenes al ver el titular de este escrito en su móvil, estoy convencido que pasarán la página digital. Las siglas FOE no les dice nada, para que perder unos minutos de su tiempo a un acontecimiento de una institución que se gestó en Huelva en la década de los setenta del siglo pasado. La inmensa mayoría de los nacidos en ese tiempo guardan en su mente, recuerdos de sus padres hoy abuelos, llevándoles al cole y lo que no olvidarán es lo vivido en paz y en democracia durante estas cuatro décadas.

Imagen del 30º aniversario de la FOE en su sede actual.

Poco o nada saben, de esta organización que fue pionera en España del asociacionismo empresarial, que se gestó en una época de transición política nada propicia para legalizar una institución que defendiera los intereses del empresario en una economía libre de mercado. Los clásicos, que no pierden la tradición de comprar el periódico, de tenerlo en sus manos y leerlo con tranquilidad cuando les apetece, es posible que capten su atención artículos de opinión como éste, puede ser, que reconozcan al autor por ser empresarios, comerciantes, o lideres en la dirección de empresas, algunos jubilados, o simplemente por tener edades parejas e ideologías coincidentes, es posible que hayamos trabajado juntos por la unión y el asociacionismo y defender los intereses del empresario y al mayor activo que tenemos en las empresas que son nuestros empleados.

Es necesario reconocer a los que hemos servido con generosidad a una institución, que ayer celebró su cuarenta y cuatro Asamblea General presidida por José Luis García-Palacios Álvarez, ultimo mandatario que lleva los destinos de la organización desde el año 2015 dejando constancia de su entereza y eficacia en la gestión en tiempos muy comprometidos.

El grupo de fundadores en el año 1992.

Un acto, donde estuvieron presentes en el recuerdo sus expresidentes y fundadores. Carlos Irimia, Sebastian Arroyo, José María Tejero, Constantino Menéndez, Isabel Arcos Dabrio y Antonio Ponce, no dejando en el tintero a Manoli Vázquez como mujer empresaria fundadora y dirigente. Se hará un homenaje póstumo emotivo dedicado a los que desgraciadamente nos dejaron en este cruel año de pandemia, como Carlos Irimia que fuera el primer presidente de FOE, Jenaro Fernández Rey impulsor del proyecto y distinguido fundador, Eduardo Mateo Suero y Juan González Guijosa dos directivos de mérito que ocuparon puestos como líderes en sus respectivas asociaciones, se fueron de esta vida sin poder darles el último adiós en las exequias, ni acompañar a sus familias en tan doloroso trance.

Personas ejemplares, que permanecerán en el recuerdo de los que tuvimos la gran fortuna de gozar de su amistad y de compartir tareas directivas propias de nuestros respectivos cargos. Por su relevancia en el mundo empresarial, hacemos mención a Cinta Almoguera del Castillo una mujer brillante en en su ámbito intelectual, social y cultural, que siendo Directora del Colegio Montessori fue la primera presidenta de las mujeres empresarias en Huelva, falleció en el mes de diciembre del año 2019.

Vemos que el espíritu emprendedor de las personas mencionadas estaba en su ADN, y su función principal como dirigentes era la de alcanzar objetivos que beneficiaran a sus empresas, con el compromiso de ayudar corporativamente o a nivel personal, a la creación y mantenimiento de organizaciones que defendieran los intereses del empresariado y potenciaran el asociacionismo en un marco institucional como es la Federación Onubense de Empresarios.

Se celebró esta 44 Asamblea General en el salón de actos, y de forma presencial asistieron un reducido número de directivos y los empresarios nominados que recibirán la distinción de oro de la FOE por su trayectoria empresarial y de liderazgo en sus respectivas asociaciones, Ricardo Hueso, presidente de la Asociación de Automoción y propietario de Autogotransa, Rafael Carrasco presidente de la Asociación Onubense de Transportes y Cristóbal Guerrero presidente de la Asociación de empresarios de óptica y propietario de óptica Santa Otilia, que desea dejar constancia en este diario, mi agradecimiento a todos los miembros de la Junta Directiva, presentes y ausentes que apoyaron concederme esta distinción honorífica que recibí junto a mis compañeros en el transcurso del acto.