El amor en tiempos de cólera

Si cuando la crisis entra por la puerta, el amor salta por la ventana... habrá que cerrarla, porque si una de las pocas cosas que no se puede comprar con dinero nos abandona, paradójicamente por falta de dinero, que nos queda... pues una ventana cerrada, es decir, nada de nada.

Si esta crisis puede servir para algo, es para comprobar que ese amor profesado por los enamorados es verdadero, y que no está sujeto a los hilos consumistas que hoy en día nos guían y nos dominan.

No obstante, a quién no le gusta recibir un regalito como una irrefutable prueba de amor... A muchos y a muchas... pero serán pocos y pocas los que en la jornada de hoy, 14 de febrero, día de San Valentín, serán sorprendidos por un glamuroso ramos de rosas rojas o por una joya para toda lo vida, ya que el amor no es ajeno a los efectos reales y psicológicos de esta fiel pareja llamada crisis.

Efectos que están notando las floristerías onubenses, donde se prevé que la venta de flores descienda este año un 30 por ciento con respecto al año pasado por esta mismas fechas

Así lo confirma Mabel Brioso, quien predice que este porcentaje se va a quedar corto. "Hemos comprado un 70 por ciento menos que el año pasado y como mañana, -por hoy-, los enamorados no se animen... haber que hago yo con tantas rosas. Para la floristería, el días de los Enamorados es el termómetro de todo el año, si no vendemos por estas fechas, dime tu qué podemos hacer".

Entre 30 a 40 euros la docena de rosas, las floristerías consultadas por Huelva información también coinciden en que no sólo ha bajado la venta, sino que también la compra. "El que antes compraba una docena de rosas, ahora comprar media o tres, dos o una única rosa", señala Cinta, de la floristería La Rosaleda, quien reconoce que se han arriesgado comprando la misa cantidad de rosas que el año anterior. "El amor triunfará... espero que lo haga durante el día de mañana, - por hoy-", confesaba, reafirmando que la rosa es el regalo por excelencia en san Valentín. "Lo expresa todo por sí sola, manifiesta ese calorcito que existe entre ambos".

Las rosas, como la pasión, languidecen con el tiempo, al contrario que el diamante, que es para siempre, como... la hipoteca. "Tantas hipotecas, tantos créditos, tantas deudas... como quiere usted que la gente piense en el amor y en las joyas", dice con ironía un joyero onubense del centro de la capital que prefiere permanecer en el anonimato. Tras muchos años en el negocio, reconoce que este no está yendo nada bien, "ni un santo como San Valentín parece echarnos una mano". Al igual que las floristerías, apunta que se sigue vendiendo por estas fechas, pero que sólo salen las cosas más económicas.

De la misma opinión es Antonio, de la Joyería Toscano, quien asegura que las ventas han descendido un 30 por ciento o más en lo va de año con respecto a 2008. Con respecto a San Valentín, comenta que ellos se han adaptado a los nuevos tiempos. "Quien compra por estas fechas son los jóvenes, un sector que nunca está sobrado de dinero, pues imagínate ahora... Sólo se vende lo más barato". Este cambio de tendencia también se deja sentir en la joyería Suiza, donde animan a las mujeres a regalar "joyas para sus parejas", pues sólo se rascan el bolsillo los hombres, por esta enamoradiza fiesta.

Ahora bien, puede ser que la causante de esta bajada de ventas en flores y joyas no sea esta dichosa crisis, sino los diferentes y atractivos paquetes que han lanzando numerosos hoteles de nuestra Costa y del Algarve con motivo de la onomástica de San Valentín.

"Por el mismo precio que te puede costar una docena de rosas, te puedes ir con tu pareja este fin de semana, con todo incluido, a Portugal", señala Verónica de Viajes Halcón, quien afirma que esta novedosa oferta por estos lares ha superado todas las expectativas. "Todo los hoteles de playa están al 100 por 100 de su ocupación. Sus ofertas eran muy apetitosas pues además de la habitación, cena romántica y la baile con orquesta, te ofrecían en el mismo lote terapias termales. Una oferta, como se puede apreciar, bastante irresistible".

Otros de los establecimientos que no han notado en tanta medida estos efectos han sido los centros de celebraciones. El Paraíso La Dehesa y La Cinta han visto respaldadas sus grandes cenas de enamorados. "La gente se lo quiere pasar bien y así se olvidan de la crisis"...

Para aquellos y aquellas que la crisis les ha dejado en casa y sin regalo, recuerden, 'siempre nos quedará París'.