La mayor inversión, el papel de las familias y el pueblo con el secreto del alzhéimer, a debate en una conferencia en Huelva

Huelva/La investigadora y catedrática de Biología Celular en la Universidad de Málaga, Antonia Gutiérrez, ha reclamado en Huelva “mucha más inversión” en investigación para poder hallar un tratamiento que suponga la curación de la enfermedad del Alzheimer.

Antonia Gutiérrez protagonizó este lunes la conferencia organizada por la Academia de Ciencias, Artes y Letras de Huelva, en colaboración con la Fundación Caja Rural del Sur, en la que se han analizado los mecanismos que condicionan y determinan el Alzheimer y en la que también se ha abordado los aspectos más familiares que tienen como consecuencia esta enfermedad, para lo que han estado presentes en el acto miembros de asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer.

Durante su exposición, Antonia Gutiérrez advirtió de que actualmente hay 7.000 pacientes de Alzheimer en Huelva, 100.000 en Andalucía y unos 900.000 en toda España, pero es una cifra “que va a ir a más en los próximos años y que los gobiernos deberían atender porque afecta a familias enteras y a personas cada vez más jóvenes”.

Tras recordar que actualmente “no existen terapias para la enfermedad ni parece que vayan a aparecer a corto plazo”, la investigadora puso de relieve que “se ha avanzado mucho en los últimos años y cada vez la complejidad de la enfermedad es mayor porque hay múltiples mecanismos que la determinan, lo que complica una solución a la enfermedad, que es posible que tenga que basarse en una medicina personalizada”.

Antonia Gutiérrez destacó que pueden pasar más de 30 años desde que comienzan a producirse los primeros cambios en el cerebro hasta que aparecen los primeros síntomas, por lo que “tenemos mucho margen para investigar la evolución, pero hace falta mucha inversión para poder profundizar en todos los mecanismos, como se ha hecho con la Covid, obteniéndose así tratamientos”.

En este sentido, reconoció que actualmente “la situación es grave porque, aunque conocemos mucho sobre la enfermedad, no conseguimos bloquear su progresión y llevamos 30 años de fallos terapéuticos en ensayos clínicos”, tras lo que concluyó que el mundo del Alzheimer “requiere de nuevas ideas y de ver lo que los demás no ven”, añadiendo que los últimos estudios apuntan a que un posible freno a la enfermedad podría estar en proteger la microglia.

Con todo, la catedrática de la UMA también apuntó a la importancia de invertir mucho más en investigación básica e integrar a investigadores y médicos en todo tipo de convocatorias para mejorar la comunicación entre el investigador de laboratorio y el médico.

En este punto, la delegada de Salud de la Junta en Huelva, Manuela Caro, presente entre los invitados al acto, reconoció que “se está avanzando y abriendo el campo para la integración en las investigaciones” y puso como ejemplo la subvención de 800.000 euros que ha concedido la Consejería de Salud a la Fundación Andaluza Beturia para la Investigación en Salud (Fabis) para contratar a 12 personas que apoyen proyectos de investigación biomédica promovidos en el ámbito del sistema sanitario público andaluz en Huelva.

Por su parte, tanto la neuropsicóloga de AFA Aljarafe, María Mangas, como la psicóloga de AFA Huelva, Eva Rodríguez, expusieron la enfermedad desde el punto de vista de las familias y destacaron la importancia de la atención que se presta desde este tipo de asociaciones a las personas que tienen que convivir con los enfermos de Alzheimer.

Tanto el miembro de número de la Academia y moderador del acto, José Luis Gómez Ariza, como el presidente de la institución académica, Emilio Pascual, agradecieron a la investigadora y a las asociaciones la exposición de sus experiencias en la conferencia sobre el Alzheimer.

El acto puso también de manifiesto el laboratorio natural que existe en Yarumal, una pequeña región de Colombia, considerada como la ciudad con más alzhéimer del mundo. Multitud de personas de hasta 25 familias desarrollan alzhéimer de forma precoz como consecuencia de una mutación genética que, según se cree, podría proceder de una familia de origen vasco asentada en la zona en el siglo XVIII. Este caso se presume como una gigantesca fuente de conocimiento, pues los científicos estudian con ellos las redes de genes que podrían retrasar el inicio de la enfermedad y de sus síntomas.

Para el presidente de la Academia, una de las conclusiones de este tipo de exposiciones en las que se analiza también cómo nos organizamos entre la ciencia y la sociedad, es que la relación entre ambas “es muy imperfecta, ya que la ciencia teórica no acierta del todo a comunicar de forma fluida con la sociedad”.

Tras agradecer también la colaboración en el acto de la Fundación Caja Rural del Sur y la presencia de los muchos asistentes, mostró su satisfacción por el desarrollo de la conferencia, con el que la Academia de Ciencias, Artes y Letras de Huelva “cumple con uno de sus objetivos que es la difusión de conocimiento”.