Huelva

El aquí y ahora, en una sesión de yoga

  • El centro social La Morana incluye entre sus actividades sesiones de esta disciplina hindú Participan en las clases, que se desarrollan dos días a la semana, desde niños a mayores de sesenta años

Hacer un paréntesis en el día a día y desconectar de los problemas cotidianos, disfrutando del aquí y ahora, mediante la relajación y la meditación es lo que buscan las personas que acuden a las sesiones de yoga, que Mari Paz Ruiz dirige desde hace tres años en el centro social La Morana, una disciplina para la que no hay límite de edad y, de hecho, en sus clases la practican desde niños a mayores de sesenta años.

Ruiz empezó a hacer yoga por interés personal. Es animadora y malabarista, y antes de comenzar con los juegos malabares tenía que calentar, a esto unía el baile (danza contemporánea y del vientre), "trabajas con el cuerpo y necesitas una rutina para estar en forma, es algo instintivo", y se dio cuenta que lo que estaba haciendo para calentar se parecía al yoga, por lo que empezó a recibir clases y se formó como monitora.

Indica que la práctica del yoga -dirigida a obtener un mayor dominio del cuerpo y una mejor concentración- "te procura un bienestar que es aprovechable para todo el mundo". Apunta que "te ayuda a desconectar. Estar aquí y ahora. Mediante el movimiento y la respiración se prepara el cuerpo y mente para la relajación y meditación". Explica que decidió impartir clases porque existe una gran demanda.

En las instalaciones de La Morana da dos horas a la semana a dos grupos diferentes, uno por la mañana, en una sesión más íntima, y otro por la tarde, que es más numerosa. La mayoría de las personas que acuden a sus clases son mujeres trabajadoras con edades comprendidas entre los veinte y los sesenta años.

En sus sesiones se comienza con niveles básicos, es consciente que cada alumno tiene una capacidad y adaptándose a ella se tiene que empezar. Las clases se inician con el calentamiento como si se practicara cualquier otro ejercicio deportivo. Es fundamental que los alumnos mantengan una postura básica para empezar: "los pies mirando al frente, la pelvis basculada, los hombros relajados y la mirada al frente". En el yoga es importante la corrección postural, "eso se trabaja desde el principio".

El calentamiento va de menos a más y una vez éste se ha llevado a cabo se comienzan a trabajar diferentes posturas, las denominadas asanas, que son la base para avanzar en el camino del yoga. Éstas se realizan según las capacidades de cada uno de los alumnos y cuando acaba la sesión "la gente tiene otro ánimo diferente al que tenía cuando entró", subraya la monitora.

Ruiz comenta que el yoga engancha y las personas que acuden a sus clases lo van incorporando en su día a día, "todo lo que se enseña aquí se intenta que se haga en casa, llevar una vida sana no es cosa de dos días a la semana es cuestión de adaptarlo a la vida diaria".

La monitora destaca que el yoga "ayuda a sentirse físicamente más cómodo con uno mismo y te da herramientas para relajarte, se trabaja con la concentración, te ayuda a traerte aquí, a este momento, y estar bien con tu cuerpo", aparte, físicamente "ganas en elasticidad, movilidad, fuerza y resistencia. Te enseña a respirar, la respiración es una técnica de relajación. De pequeños no nos enseñan la corrección postural ni a trabajar con el cuerpo".

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