El 68% de los afectados por robos de bebés tuvo a su hijo en el Manuel Lois

La asociación SOS Bebés Robados Huelva contabiliza ya más de 110 socios afectados por las desapariciones de recién nacidos entre las décadas de los 50 y los 90 de la pasada centuria en la provincia. De hecho, en la última semana la actividad se ha disparado gracias a los avances de las causas en los juzgados y de la presencia cada vez más sólida y constante del asunto en los medios de comunicación. La presidenta del colectivo onubense, Esperanza Ornedo, indicó ayer a este diario que, aunque "de momento tengo contabilizadas 102 inscripciones, han contactado conmigo muchas familias más que están interesadas en sumarse a la asociación y que están pendientes de ingreso".

En relación a los avances en la investigación judicial, Ornedo quiso mostrar su agradecimiento al fiscal jefe de Huelva, Jesús Jiménez Soria, "por presentar los recursos en nombre de los afectados", pero también a los magistrados de la Audiencia y a los titulares de los cinco juzgados de Instrucción de Huelva, "porque sé que están trabajando duro para esclarecer la verdad y nos dan día a día su apoyo". El arduo y riguroso trabajo de investigación que viene realizando el grupo Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional también fue subrayado por Esperanza Ornedo, que agradeció a los agentes "su esfuerzo y dedicación".

La mayoría de los casos detectados guardan relación con el hospital Manuel Lois, 70 en total, quizá porque fue el que se mantuvo abierto en pleno apogeo de la presunta trama de compraventa de neonatos en España, durante las décadas de los 60 y los 70. Le sigue en importancia el hospital provincial de La Merced. Allí nacieron (vivos o muertos) los bebés de 20 víctimas de Huelva. En tres de los casos detectados por SOS Bebés Robados las madres dieron a luz en clínicas privadas de la capital, como la San Vicente. Entre los casos más recientes se recuenta uno sucedido en el centro hospitalario Infanta Elena.

Las madres primerizas fueron, a priori, las que en mayor proporción padecieron la posible sustracción de sus bebés. De hecho, según los datos de la asociación, el 42% de ellas iba a dar a luz por primera vez. Los datos cuantitativos apuntan a que en el 35% de los casos las mujeres alumbraron a su segundo hijo, mientras que se trató del tercero en el 7% de los supuestos contabilizados. En el 14% de los asuntos los niños robados presuntamente en paritorio ocupaban el cuarto o el sexto lugar en el orden de hermanos, familias numerosas que tuvieron que soportar cómo personal del hospital o religiosos les espetaban descaradamente que ya tenían muchos hijos y que no echarían en falta a uno de ellos.

Por edades de las parturientas, hay que destacar que la mayoría de ellas tenía entre 20 y 30 años, concretamente el 60% de los casos analizados. Pero también es destacable el 22% correspondiente a las madres de entre 15 y 19 años, el grueso de ellas, primerizas. Las que ya superaban la treintena cuando les dijeron que sus pequeños habían fallecido al nacer -siempre en extrañas circunstancias- fueron un 18%.