Los 2.000 afectados de espondilitis se enfrentan a la escasez de especialistas

Se trata de una enfermedad reumática de difícil diagnóstico y que sufre más la población masculina

Mesa informativa que Asones puso ayer en el hospital Juan Ramón Jiménez.
Mesa informativa que Asones puso ayer en el hospital Juan Ramón Jiménez.
Enrique Morán / Huelva

21 de octubre 2009 - 01:00

Se estima que algo más de 2.000 onubenses padecen de espondilitis anquilosante (EA), una enfermedad reumática, crónica y con un elevado perfil incapacitante que tiene como uno de los principales obstáculos para su tratamiento el desconocimiento que aún existe de ella y la escasez de profesionales. Al contrario de otro tipo de enfermedades reumáticas, la EA tiene mucha más prevalencia entre la población masculina que en la femenina.

Ayer, con motivo del día de esta enfermedad, la Asociación Onubense de Espondilíticos (Asones) estuvo presente en el hospital Juan Ramón Jiménez con una mesa informativa. La vicepresidenta de Asones, Cinta Quintero, explicó que la ignorancia -aun en amplios sectores del colectivo médico- sobre esta enfermedad implica que el diagnóstico se demore bastante y que incluso haya un amplio porcentaje de afectados que ni tan siquiera sepan cuál es su dolencia. A esto hay que añadir la falta de especialistas que pueden atender a estos pacientes. Es una enfermedad reumática y la provincia cuenta con sólo tres reumatólogos, cuando la ratio aconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que haya uno de estos facultativos por cada 50.000 habitantes, por lo que a Huelva le corresponderían diez. Ante esa escasez, algunos de estos pacientes son tratados por traumatólogos.

Otra de las carencias con las que han de enfrentarse estos enfermos se da a la hora de llevar a la práctica su tratamiento. Desde el punto de vista farmacológico se basa en antiinflamatorios, aunque se sabe de la gran eficacia que tiene el ejercicio dirigido por fisioterapeutas, y aquí es donde se hacen patentes las limitaciones, de nuevo por la escasez en la sanidad pública. "La natación o el pilates son dos tipos de ejercicio que han demostrado una gran eficacia para los pacientes de EA", apunta Quintero en este sentido.

La enfermedad tiene un carácter genético; está demostrado que si una madre está afectada por la EA, la transmitirá a sus hijos. Asimismo se descubrió la asociación de la molécula del B27 con la patología. Hoy se estima que el 95% de los afectados por EA tienen esta molécula pero no todos los que cuentan en su organismo con EA desarrollarán la enfermedad.

Los efectos de la espondilitis anquilosante, que provocan ciertos niveles de incapacidad en algunos de los enfermos, hacen que la vida normal se vea condicionada lo que da paso en más de una ocasión, a ansiedad.

La EA afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, las cuales tienden a soldarse entre sí provocando una limitación de la movilidad. Como resultado final llega a producirse una pérdida de flexibilidad de la columna. Esta enfermedad evoluciona a base de brotes o ataques de inflamación de las mencionadas articulaciones de la columna o de otras como hombros o caderas.

stats