Huelva

Adolescentes hacen botellón en una zona inhóspita de Huelva

  • Vecinos denuncian que hace meses que los menores se reúnen en un espacio sin urbanizar en la avenida de Italia. La presencia de la Policía disuade este fin de semana a los chavales que optaron por marcharse

Chavales se dirigen a la zona del botellón.

Chavales se dirigen a la zona del botellón. / H.I. (Huelva)

Los adolescentes han hecho suya la cultura del botellón y niños de entre trece y quince años de edad se reúnen por la noche los fines de semana y festivos de forma clandestina en una zona inhóspita de la ciudad para llevarlo a cabo, una práctica que se repite desde hace meses, según denuncian los vecinos, que indican que incluso cuando había mayores restricciones debido a la Covid-19.

Los menores se desplazan hasta un espacio sin urbanizar, ubicado entre los dos aparcamientos en superficie que hay en la avenida de Italia, un terreno que en el futuro pasará a formar parte del Parque de Ferrocarril, en el que hay matorrales, arbustos, malas hierbas, suciedad y algún que otro árbol, un lugar en el que no hay ningún punto de luz, por lo que se ven obligados a alumbrarse con los móviles. Los vecinos apuntan que es un peligro para los chavales, “la oscuridad es absoluta”, a lo que añaden que “hay agujeros y puede haber incluso pozos”.

Los vecinos piden que se tomen medidas para evitar que los menores sigan reuniéndose en este espacio que “es tierra de nadie, una zona donde no hay nada”.

Explican que se concentran en grupitos, llegándose a reunir en el lugar en torno a setenta menores, que ignoran totalmente el peligro. Los vecinos temen, aparte de las consecuencias que puede tener la ingesta de alcohol en los niños, que pueda ir para allá “cualquier desalmado” y pase alguna desgracia o que “llegue alguna pandilla conflictiva y se pueda liar”.

Los vecinos subrayan que todos los fines de semana se repiten los botellones en este espacio, “se está descontrolando” y se está convirtiendo en “un macrobotellón”.

Señalan que antes los chavales se concentraban en ese punto de la ciudad pero más hacia el interior, hacia la zona de las vías del tren, pero desde hace unas semanas se han desplazado más hacia la avenida, más próximos a los aparcamientos y se nota más su presencia. “Llegan de noche, cuando ya no hay luz. Esperan a que sean las diez, cuando se apagan las luces en los dos aparcamientos”.

“Por el jaleo se intuye la cantidad de gente, hay ruidos de botellas rotas” y hay algunos chavales que se dedican “a tirar cosas al interior de los parking”.

En la oscuridad de la noche se pueden apreciar las luces de los móviles y a los chavales moviéndose de un lugar a otro.

El pasado viernes, la presencia sobre las diez de la noche de un coche patrulla de la Policía Local disuadió a los chavales, que optaron por marcharse del lugar y el sábado los adolescentes ya no regresaron a esta zona, ante la posibilidad de que volviera a aparecer por allí un vehículo policial, y se quedaron, según manifestaron vecinos, por el Ensanche, por el antiguo recinto colombino.

Según los vecinos, los menores suelen permanecen en este espacio sin urbanizar de la avenida de Italia más allá de las doce y media de la noche. “Cada pandilla se va yendo cuando termina su botellón”.

Cómo acceden los adolescentes al alcohol es una de las preguntas que surgen, en qué establecimientos lo adquieren, cuando está prohibido vender alcohol a menores.

Son diferentes los espacios en los que se reúnen los adolescentes en la ciudad, a éste de la avenida de Italia se une el entorno del Muelle de la Río Tinto, en el barrio de Pescadería, una situación ya denunciada por los vecinos, así como en el Parque Alonso Sánchez.

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