Las gafas son cada vez más un complemento habitual del rostro de los jóvenes. Tanto es así, que dos de cada cinco adolescentes de Huelva llevan gafas, si bien a la mitad no les gusta usarlas. Así se desprende del estudio denominado La prevalencia de miopía en España entre la población más joven de Visión y Vida, que alerta de que uno de cada cuatro jóvenes de entre 12 y 18 años afirma "no ver bien".

La preocupación entre los ópticos es evidente, dado que los nativos digitales "presentan un crecimiento de la miopía muy alarmante", de ahí que Visión y Vida se haya lanzado a impulsar la campaña Ver para Aprender, con la que quieren concienciar sobre la importancia de controlar el estado de la visión en una franja de edad en la que la miopía crece a ritmos más descontrolados".

La campaña ha tenido una buena recepción en la provincia onubense y tres ópticas aparecen ya inscritas en la misma, la cual se traduce en que los establecimientos adheridos emprendan una labor de divulgación y concienciación, así como informen de la posibilidad de recibir revisiones de la vista gratuitas. 

Las referidas ópticas son Centro Óptico Isla Cristina, General Óptica Huelva de la calle Palacios y Vistaóptica en Cortegana. Desde esta última subrayan a este diario su "preocupación" por el crecimiento desmesurado de los adolescentes que tienen que llevar gafas y explican esta circunstancia por "el uso de los dispositivos digitales, el estilo de vida más sedentario y el menor número de actividades al aire libre".

Vistaóptica en Cortegana.

Todo ello deriva en un déficit del aprendizaje de estos jóvenes, pues la miopía provoca, según apuntan desde esta óptica, "problemas de concentración, falta de interés en la lectura, disminución del rendimiento escolar, 'pegarse' demasiado al libro o a la televisión, la lectura guiada con el dedo, la confusión de letras o una menor inquietud por las películas en tres dimensiones".

El problema, sostienen los especialistas, es que el 80% del conocimiento se adquiere a través de la visión, de ahí la "importancia" de concienciar a los más jóvenes sobre la necesidad de cuidar la visión. En este sentido, desde la óptica ubicada en la Sierra onubense apuntan varias banderas rojas que alertan de un problema de vista, véase "un mal enfoque, el regreso al párrafo anterior cuando se lee, el ojo vago, la dificultad para visibilizar objetos, los mareos, el lagrimeo o los dolores oculares o de la cabeza".

Vistaóptica recomienda la revisión de la vista anual, sobre todo, "si existe un factor genético", toda vez que pone de manifiesto que "la mayoría de las personas solo se revisan la vista cuando advierten algún problema, por lo que se pierde esa posibilidad de una corrección temprana", que se traduciría en un mejor pronóstico.

Un niño se hace la revisión de la vista.

La campaña Ver para Aprender distingue entre alertas en escritura y lectura. En este primer apartado, llaman a la revisión de la vista cuando la escritura es irregular o se tuerce el exceso o si se coge mal el lápiz; y, por otro lado, cuando se gira el cuerpo o el papel para leer, si se ve doble o borroso, si hay que reseguir las frase con el dedo, si se mueve la cabeza en lugar de los ojos o si la lectura es lenta para la edad.

Todo ello puede evitarse con un correcto cuidado de la vista, por lo que Vistaóptica ofrece una serie de consejos a los onubenses. Entre ellos figuran la regla 20:20:20 (descansar 20 segundos cada 20 minutos y a 20 pies de la pantalla), no mirar una pantalla a oscuras, evitar el uso de pantallas en la cama, pasar más de una hora al aire libre, alejar a 60 centímetros el ordenador y a 50 el móvil, y no pasar más de una hora y media frente a una pantalla.