Absuelven en Huelva a un acusado de retener ilegalmente, amenazar y lesionar a su mujer

Precisa el tribunal que "no se ha alcanzado la certeza, más allá de toda duda razonable, de que la narración que efectúa la víctima se corresponda con la realidad"

Un hombre agrede sexualmente a su hija de tres años en Huelva, le saca fotos en ese momento y se las envía a un tercero

Audiencia Provincial de Huelva. / M.G

La Audiencia de Huelva ha absuelto a un hombre para el que la Fiscalía solicitaba casi siete años de prisión por atar a su mujer a la cama y retenerla en su domicilio, así como agredirla y amenazarla de muerte, al no quedar probado "más allá de toda duda razonable" que él fuera el autor de los hechos.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la sala únicamente ha podido llegar a considerar probado que en la mañana del 10 de agosto de 2024 la mujer del acusado se encontraba atada de pies y manos, y con las manos amarradas al cabecero de una cama en su domicilio, siendo liberada por agentes de la Policía Local.

Precisa el tribunal que "no se ha alcanzado la certeza, más allá de toda duda razonable, de que la narración que efectúa la víctima, la pieza incriminatoria básica sobre la que podría construirse la prueba de cargo, se corresponda con la realidad y que, en consecuencia, se hubieran producido los delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas de cuya comisión se acusa al procesado".

Según el relato de ella, la noche antes de ser liberada por la Policía Local estaba en casa con su marido, ella en una habitación y él en otra para ver un partido de fútbol, y antes de que este empezara entró donde estaba ella, se le arrimó y le dio "dos hostias en la cara y también puñetazos en la cara y por las piernas", volviendo él a la otra habitación desde la que ella lo escuchaba hablar con el hermano.

Continúa su relato señalando que al acabar el fútbol, la levantó de la cama, la llevó a empujones a la habitación de matrimonio y después la lanzó sobre la cama y le empezó a atar los pies mientras le decía que tenía que ser buena y que hasta que no la rematara no iba a parar, amenazándola con un cuchillo de grandes dimensiones.

Tras dejarla atada a la cama, añade, se fue del domicilio; estuvo atada casi toda la noche hasta que pidió ayuda a gritos a los vecinos, llegando finalmente la Policía Local a liberarla.

Considera el tribunal que en principio esta declaración en el plenario satisface los criterios para determinar la verosimilitud del testimonio en juicio, "si bien existen otros indicadores que suscitan la duda en el Tribunal, lo que impide condenar al acusado como pretendían las acusaciones por no llegar a la convicción de que los hechos se produjeran más allá de toda duda razonable.

Y es que, "ninguno de los otros elementos de prueba aportados a la causa, se encuentra en plena sintonía con la declaración de la denunciante, no sirviendo por ello para corroborar periféricamente su relato sino, antes al contrario para debilitarlo".

Entre ellos, la declaración del acusado, "por completo contraria" a la versión de ella ofreciendo "una narración fluida y sólida en la que refiere en todo momento una cronología de los hechos que sostiene ocurrieron en realidad y una ubicación consistente con el resto de la prueba, corroborados por otros testigos"; o el testimonio de un amigo del matrimonio que refirió que habló con ella de madrugada, lo que resulta absolutamente incompatible con que estuviera atada.

Asimismo, añade el tribunal, ni la pericial de geolocalización de los teléfonos móviles de ambos ni la de los facultativos del Instituto de Medicina Legal de Huelva pueden servir de apoyo al relato de ella.

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