El abrazo más cálido para volver a casa

vacaciones en paz

Decenas de familias de acogida despiden a los 130 niños saharauis que han pasado el verano en Huelva

Los pequeños regresan a los campamentos de Tindouf

Foto de familia de los pequeños con sus familias de acogida.
Foto de familia de los pequeños con sus familias de acogida. / M.g.
J.M.Lugardo

Huelva, 30 de agosto 2018 - 01:34

Nunca un abrazo duró más en el tiempo, ni una lágrima tardó tanto en derramarse. Con el sollozo patente en las mejillas de unos y otros, la despedida se repitió un año más. Por estas fechas, cuando el calendario le quita tiempo a agosto para que el verano llegue a su punto final, los niños saharauis hacen las maletas tras disfrutar dos meses de una experiencia única, enriquecedora y repleta de emoción y sentimiento. Ayer se clausuró el programa Vacaciones en Paz, por el que llegaron a la provincia 130 niños saharauis procedentes de los campamentos de Tindouf (Argelia) a finales del mes de junio. Un proyecto, en el que colabora la Diputación Provincial, que aleja a los menores de temperaturas de hasta 50 grados Así, decenas de familias de acogida se han hecho cargo de la alegría y felicidad de estos niños que tienen entre 8 y 12 años.

"No solo es lo bueno que nosotros le aportamos al niño sino lo que él nos aporta a nosotros", explicaba a Huelva Información Milagros Rodríguez, que por segundo año se ha enfrascado en esta aventura solidaria. "He repetido por la experiencia tan bonita y por la relación que se crea con el niño, que es uno más de la familia y se le coge un cariño muy grande". La nostalgia se congeló y se abrazó a decenas de familias ayer en el Foro Iberoamericano de La Rábida que ya contaban los días para el año que viene volver a sentir el especial cariño de los niños saharauis. La acogida convierte a pequeños que no se conocen en verdaderos hermanos. Y no sólo durante dos meses. El contacto permanece durante el año a través del whatssaps, llamadas telefónicas e incluso con familiares que viven en España de los propios niños saharauis.

El trato hacia los menores es íntegro y enmarcado en favor de su salud. "Ellos vienen con un poco menos de peso que con el que se van. Aquí se le hacen analíticas, se le ponen sus vacunas y hasta se les lleva al dentista porque la boca también la traen bastante mal", comentó Milagros Rodríguez, quien no escondía su pena porque el año que viene, aunque volverá a acoger al mismo niño, ya tendrá la edad máxima para que vuelva a venir. Cierto es que "si Dios quiere seguiremos con su familia porque tiene hermanos pequeños".

Algo parecido le ocurría a Ildefonso Gómez, cuya familia ha acogido a Gbelia. Cuatro años de experiencia con Vacaciones en Paz pero que "en principio es el último año de ella" porque ha cumplido la edad máxima para poder venir. "Es muy probable que no la veamos más, a no ser que nosotros vayamos al Sáhara. La verdad es que se coge bastante cariño y desde luego el tiempo que ha estado aquí se le ha tratado como una hija más". Gbelia, que tenía una sonrisa de oreja a oreja, recordaba estos dos meses atrás con mucha alegría. "Me lo he pasado súper bien. Hemos ido a la playa, a la piscina" e incluso a las Colombinas, donde le gustó montarse "en el Canguro", además de viajar y conocer Cádiz. Otra pasión de muchos de los niños saharauis que llegan hasta Huelva es la gastronomía. "Ella no está acostumbrada a tanta variedad", explicaba Ildefonso Gómez, que apuntó que "le gusta todo lo que le pongas". La atención a los menores es máxima. Tanto es así que "la niña tiene problemas de vista, la llevamos al oculista y le compramos gafas todos los años". Aunque el viaje de vuelta dura más de 24 horas, las maletas de los pequeños van cargadas de comida, ropa, utensilios de aseo, medicinas y material escolar.

Desde hace más de 30 años los campamentos provisionales en Tindouf son los hogares de los refugiados a la espera de que se solucione de forma definitiva el conflicto que los enfrenta con Marruecos y puedan volver al Sáhara Occidental. Así, la diputada provincial Rocío de la Torre, apuntó ayer su deseo de que en el futuro estos pequeños puedan pasar el verano con sus familias y en su país, "porque ningún niño debería vivir en las condiciones que viven en los campamentos". También estuvieron presentes en la despedida el presidente de la Federación Provincial de Huelva de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, Luis Cruz; la coordinadora del programa en la provincia, Guadalupe Camacho; y el coordinador provincial de IU, Rafael Sánchez Rufo.

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