El abogado de Montes Neiro ve "muy factible" el tercer grado

El recluso Miguel Montes Neiro, que entró en la cárcel por primera vez en 1966, podría obtener el tercer grado y abandonar la prisión de Huelva, en la que permanece ingresado, según explicó ayer su abogado, Félix Ángel Martín, que indicó que se están realizando "gestiones" con el director de la cárcel onubense y con Instituciones Penitenciarias para que el reo pueda ser trasladado a su casa, con un dispositivo de control telemático, para recibir los cuidados necesarios para la enfermedad que padece.

En declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse en el Congreso con los grupos parlamentarios del PP y PSOE, Martín explicó que le consta que el director de la cárcel emitiría un informe favorable a ese tercer grado, que sería elevado a la Junta de Tratamiento. Para ese cambio de grado también deberían estar de acuerdo el juez de vigilancia penitenciaria e Instituciones Penitenciarias, sin embargo, las fuentes de la Secretaría Judicial consultadas por Europa Press explicaron que Montes Neiro no cumple con los requisitos legales para que su condición sea revisada.

Concretamente, detalló que la ley establece que para que le sea concedido el tercer grado por razones humanitarias el interno debe padecer una enfermedad grave e incurable, con riesgo para su vida, cosa que, a juicio de los médicos que le atienden, no sucede, ya que la hepatitis C que sufre es una enfermedad crónica que se da en el 23,4% de los internos en centros penitenciarios.

Montes Neiro lleva casi un mes en huelga de hambre y en ese tiempo ha perdido 9,300 kilos, está controlado en todo momento, se le pesa a diario y periódicamente se le hacen analíticas de sangre u orina, explicaron las mismas fuentes de Instituciones Penitenciarias, que señalaron que el preso hace "vida normal" en su módulo y no ha sido necesario su traslado a enfermería o al hospital.

El letrado explicó que el tercer grado sería una "vía momentánea" hasta que se le conceda el indulto a los diez años que le quedan de condena, medida que ya han solicitado al Ministerio de Justicia y sobre la que se han pronunciado los diputados que ayer recibieron a Martín y a la hermana del preso, Encarnación Montes.

Al respecto, tras participar junto a la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, y otros diputados en la reunión, Nacho Uriarte -que la semana pasada visitó a Montes Neiro en la cárcel- mantuvo que el preso pueda recibir el indulto es una cuestión de "urgencia" y "humanitaria". "Un indulto parcial del resto de la condena sería apoyado por el PP", añadió.

El PP preveía registrar en el Congreso una proposición no de ley con la que reclamar el apoyo de esos grupos a ese indulto al considerar que "no tiene ningún sentido" que el preso siga en la cárcel cuando "ha cumplido con los delitos que ha cometido". Así, Uriarte apeló a la unidad política para apoyar la petición de indulto y pidió que ésta no sea una "causa partidista sino humanitaria".

María del Carmen Sánchez, diputada socialista, recordó, tras reunirse con la hermana del reo, que el reglamento de la Cámara no admite que este tipo de iniciativas se formulen para peticiones personales pero sí manifestó el apoyo de su grupo a esta causa y ha ensalzado la "buena voluntad" y celeridad del Ministerio de Justicia en la tramitación de la documentación para el indulto. Entretanto, con respecto a la petición del tercer grado, dijo que el grupo hablará con Instituciones Penitenciarias "para que sea generoso por temas de humanidad".

Por su parte, el diputado por Huelva Javier Barrero explicó que los diputados socialistas por Huelva prevén reunirse el próximo lunes con el recluso y con el director de la cárcel y, tras destacar que Montes Neiro no ha cometido ningún delito de sangre, explicó que es favorable a que se "suavicen" sus condiciones en la cárcel mientras que llega el indulto.

Por último, el abogado y la hermana del preso explicaron que éste se encuentra "muy mal" de salud ya que la huelga de hambre que mantiene desde hace un mes "no beneficia" a su ya precario estado de salud -sufre una hepatitis C "muy avanzada", según su versión-.

Martín indicó que, no obstante, "de cabeza y de ánimo está bien", mientras que Encarnación añadió que Miguel "nunca pierde la fe y es muy fuerte" por lo que mantiene la esperanza de salir a la calle. "La familia le necesita, está viviendo una pesadilla de la que confía despertar", concluyó.