El Zumajo, taberna británica
Taberna El Zumajo


Un reducto de la Huelva británica en el corazón de la ciudad. Hace tres años, Alejandro Pascual (Huelva, 1980) se puso al frente de la taberna El Zumajo, que toma el nombre de una finca de las antiguas explotaciones mineras de Riotinto.
Junto al antiguo cabezo del Duque de Ahumada (donde hoy se encuentra el gimnasio Wellness de la calle San Sebastián), este establecimiento de la Plaza de San Marcelino Champagnat es un museo en miniatura de la época inglesa, decorado con documentos y fotografías, con el aderezo de 30 variedades de cerveza y un ambiente "como de pueblo", dice Alejandro, en el que la mayoría de la gente se saluda y se forjan amistades entre la clientela fiel.
Un lugar en el centro de la ciudad donde recalar siempre, con el encanto de la intimidad y, a su vez, el trasiego de un foro de amistades, disfrutando de un partido de fútbol, de la celebración de un cumpleaños o un café en la tarde.
De pequeño tenía Alejandro vocación de veterinario, pero los estudios no eran compatibles con sus inquietudes y se embarcó en el mundo de la empresa autónoma; al principio, durante seis años, dedicado con su padre a la venta de electrodomésticos, y después apostando por el ramo de la hostelería.
¿Sueños de futuro? A largo plazo, este joven onubense tiene previsto crear una empresa de catering para pequeños eventos. Y es que Alejandro es un amante de la cocina, los detalles, los preparativos… Una persona trabajadora y perfeccionista. "Cuando voy a una boda -cuenta- al momento ya lo tengo todo planificado en mi cabeza, no lo puedo evitar".
Entre sus aficiones se encuentra el baloncesto, la pesca y encontrar momentos de tranquilidad en el campo y la naturaleza, lejos del mundanal ruido. "Un kit-kat de vez en cuando -dice-, para desconectar aunque sea un rato cada día."
También te puede interesar
Lo último