La profesora emérita de la Universidad de Maryland, en EEUU, natural de Cuba y amiga de Zenobia y de su marido, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Palau de Nemes, describió ayer la figura de Zenobia Camprubí como una persona "extraordinaria y moderna para la época que le tocó vivir". A su vez, también resaltó que se trataba de una mujer "inteligentísima, sencilla, casta y muy culta".

De Nemes es, a sus 91 años, la única persona que mantuvo una estrecha relación con el matrimonio que aún está con vida y ayer participó en la Sede Iberoamericana en el curso Zenobia Camprubí y la Edad de Plata de la cultura española.

La ponente explicó cómo un encuentro casual con Zenobia en la Universidad las llevó a ser grandes amigas, pese a la diferencia de edad. "La suerte quiso que la conociera de cerca", De Nemes. Según la profesora, conoció a Zenobia en 1946 en la Universidad de Maryland, cuando ella tenía 27 años y la catalana rondaba los 60. Desde ese momento hasta su muerte fueron muchos los momento vividos junto a ella. "Era una mujer muy avanzada para su época, muy culta e inteligentísima, procedente de una familia aristócrata y que siempre que se mantuvo en segundo plano, nunca le gustó estar en primer plano, todo lo que hacía lo hacía recatadamente; ella era la mujer de Juan Ramón", explicaba ayer la profesora.

Por otra parte, De Nemes también explicó que Zenobia nunca fue consciente de lo que significó para Juan Ramón Jiménez, de su transformación desde le momento en que la conoció y de lo que también significó para su obra; "no supo nunca lo que ella fue para Juan Ramón en el sentido de su obra", comentó la profesora y mencionó que "sin Zenobia, Juan Ramón nunca habría sido un premio Nobel". A diario trabajaba para el poeta, además de inspirándolo, pasando a limpio su obra y ordenándola, y hasta el día de su muerte "fue la única persona que supo cuidarlo y que lo guiaba".

Gabriela Palau de Nemes también hizo público ayer su amor por Huelva, por Moguer, "de todos los lugares de España este es mi lugar favorito, el lugar de Zenobia y Juan Ramón", aseguraba emocionada la profesora.

Para conocer mejor el lado humano de Zenobia, De Nemes explicó todo lo que ella hacía por Juan Ramón; y que también Zenobia se implicó en asuntos sociales y culturales, y decoraba pisos y los alquilaba, exportaba libros, artesanía y antigüedades a EEUU y abrió una tienda en Madrid en la que vendía diversos artículos.