Zapatero garantiza la paga de enero a los pensionistas si la inflación se desvía

El Eurogrupo bendice las medidas de España contra el déficit y Salgado dice que son suficientes

R. E. / Bruselas · Madrid

18 de mayo 2010 - 01:00

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ratificó ayer la necesidad de congelar las pensiones en 2011, pero aclaró que si en noviembre la inflación es superior a la prevista (un 1%), los pensionistas cobrarán en enero, como hasta ahora, una paga correspondiente a la desviación. Zapatero pidió nuevamente al PP que se "comprometa responsablemente" con los recortes anunciados y se mostró dispuesto a dialogar con ese partido sobre las pensiones, aunque avanzó que su congelación en 2011 es necesaria y que sigue adelante con ella.

Fuentes del Ejecutivo recalcaron que el plan de ajuste incluye la congelación de las pensiones contributivas en 2011, pero no en 2010, por lo que la paga que reciben los pensionistas en enero para compensar una eventual desviación de la inflación no correría peligro. El incremento de la pensión que supondría esta paga, precisaron, se consolidaría. En enero de 2012 no habría paga alguna por la inflación.

Zapatero subrayó que el esfuerzo de consolidación fiscal supone un ahorro en dos años de 30.000 millones de euros, incluyendo a las tres administraciones, y el recorte en las pensiones contributivas supone un volumen inferior al 10% porque el Gobierno ha intentado "acotar al máximo" el ahorro en gasto social. El mayor peso, apuntó, recae en el gasto corriente, el de personal, las inversiones, las transferencias y las subvenciones.

En este contexto, el presidente elogió que los responsables políticos de los partidos y de las comunidades hayan comenzado ya a reunirse para reducir sus salarios, una contribución que "tiene un valor ejemplar" y que deriva de la presentación en el Congreso del plan de consolidación fiscal del Gobierno el pasado martes. "La cultura del ahorro tiene que ser fundamental", subrayó Zapatero antes de mostrar su satisfacción por la iniciativa que se ha desencadenado en todas las administraciones. Tras reconocer de nuevo que el plan tiene medidas "duras" y exige "esfuerzos importantes" a empleados públicos y pensionistas, dejó claro que ha actuado "por responsabilidad", porque a ningún presidente le resulta fácil dar ese paso.

El déficit es la obsesión. Y también preocupa, y mucho, en Bruselas. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, calificó de "valientes" y "ejemplares" las medidas de ajuste anunciadas la semana pasada por Zapatero. "Quiero decir que España ha actuado de manera ejemplar. Las medidas tomadas han sido valientes", aseguró el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, que aglutina a 16 de los 27 socios europeos en torno a la moneda única. No obstante, Juncker puso un toque de prudencia y advirtió que es preciso esperar a que se pronuncie la Comisión Europea para saber si son suficientes o serán necesarios más ajustes en España para recortar el déficit público, del 11% del PIB. La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dijo que el plan español es "suficiente" y "creíble", por lo que vio poco probable que sus colegas de la zona euro soliciten a España mayores medidas de ajuste fiscal.

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